Un CeNeTista
Si en algo se ha destacado y ha sobresalido el anarquismo a lo largo de la historia ha sido por su fuerte apuesta por la cultura en todos los sentidos. La cultura genera referentes, forma personalidades, evoca valores, produce experiencias, etc.
En el pasado, el movimiento revolucionario dedicó enormes esfuerzos para extender y difundir la cultura. La misma, se encontraba en todos lados, pero principalmente en el Ateneo Libertario, en la Escuela Racionalista, en el Centro de Estudios Sociales, en las redacciones de los periódicos, etc.
El Ateneo libertario era el verdadero dinamizador de la cultura anarquista, el espacio donde se encontraban las diferentes formas de socialización de la clase obrera, que tenían su base en los principios de solidaridad y acción directa.
En el Ateneo Libertario no solamente se organizaban actividades culturales, en él se encontraba la biblioteca con servicio de préstamo, se encontraba también un servicio de librería y de prensa obrera anarcosindicalista, se celebraban asambleas, se utilizaba el local para organizar actividades con objeto de recaudar fondos con los que apoyar huelgas y a las familias de los presos, se escenografiaban obras de teatro, se vertebraba el barrio y se analizaban las necesidades de los vecinos y se intentaban satisfacer.
Hoy, pese a la distancia, este tipo de espacios, los Ateneos Libertarios, deben ser la apuesta más firme del Movimiento Libertario. Unos espacios donde se pueda sembrar la semilla de la revolución social anarquista entre la clase trabajadora.
Los anarquistas y el Movimiento Libertario deben redoblar los esfuerzos si queremos que el Movimiento Anarquista asuma mayores cotas de presencia en la actual sociedad, y que ayude a construir un mundo nuevo sobre la base de la cultura anarquista.
Por ello, debemos de constituir Ateneos Libertarios, Escuelas Libertarias, Centros de Cultura Obrera, Centros de Estudios Sociales, Archivos Históricos del anarquismo, bibliotecas libertarias, Salas de Cine y videoforum libertarios, etc.
El Movimiento Libertario se tiene que tomar muy enserio la difusión y la extensión de nuestras ideas, y debe desterrar los comportamientos, actitudes y vicios que siempre le fueron ajenos, pero que no se supieron dejar al margen de la organización obrera anarcosindicalista.
De esta forma, recuperar nuestro movimiento cultural, con un panorama cultural que le plante cara a la oferta “cultural” capitalista. Una apuesta por la solidaridad, el apoyo mutuo y la libre participación en el movimiento.
Por ello, el Movimiento Libertario debe sentarse a discutir muy seriamente esta cuestión con un gran sentido de la responsabilidad que nos haga partícipes de esta falta de compromiso político e ideológico que resulta necesario, ahora más que nunca.
Muchas Conferencias de Militantes hacen falta para discutir y plantear un asunto tan relevante como la extensión y difusión de las ideas anarquistas. El Movimiento Libertario necesita más de medio centenar de Ateneos Libertarios, Centros Obreros, Bibliotecas Anarquistas, Archivos Históricos, etc., por toda la península, y debe tenerlos -como mínimo- en todas las capitales de provincia y en todas las capitales de comarca.
Estos locales ayudarán a la participación directa de la clase trabajadora más consciente, aumentará su implicación, y las ideas llegarán a un número de gente mucho mayor.
La base del Movimiento Obrero Anarcosindicalista tiene su base en la cultura libertaria, en la prensa obrera anarquista y anarcosindicalista y en la propaganda, en la divulgación científica, y en la cultura y la ética antiautoritaria. La formación de una cultura independiente, obrera y anarquista que inspire a la rebelión y a que crezca el espíritu revolucionario de la clase trabajadora.
El Ateneo Libertario también puede ser la sede de otros proyectos culturales, como los Grupos de Teatro, Talleres de Encuadernación, Imprenta, Grupos de Música anarquista, Grupos Anarquistas de Montaña, y Editoriales Anarquistas, entre otros, etc.
Otra de las tareas debemos desempeñar es la de apoyar las Editoriales libertarias, los Talleres de Impresión y de encuadernación, la formación de nuevas Editoriales en todas las provincias, etc.
Los Ateneos libertarios son espacios idóneos para generar una forma de ocio y de cultura que pueda elevar las condiciones materiales, morales e intelectuales de la clase trabajadora.
Esto no es otra cosa nada más que un llamamiento a la reorganización del movimiento obrero anarquista y a redoblar esfuerzos personales y económicos dirigidos a forjar un fuerte movimiento cultural anarquista en toda la península y en el mundo entero.