Bruno Servet
Mientras se estaba produciendo un choque frontal entre el Gobierno de Coalición y la Jerarquía de la Iglesia Católica, a raíz del tema de quién tenía que asumir el coste económico de las indemnizaciones por pederastia en la Iglesia, se produce un hecho bastante insólito en el seno de la ICAR: las clarisas de Belorado y Orduña se sitúan en rebeldía contra el Vaticano, y, por lo tanto, la atención mediática gira 360 grados y pone su centro informativo es ese llamativo acontecimiento que podía conducir a un cisma dentro de la Iglesia, aunque fuera a muy pequeña escala.
La situación no se produce por su postura frente a la actuación del Vaticano en el aspecto religioso, que también, sino que el detonante es la compra-venta del monasterio de Orduña (Vizcaya), por las monjas clarisas de Belorado, y cuya propiedad es de las clarisas de Vitoria. Ante la carta y manifiesto de las clarisas de Monasterio de Santa Clara de Belorado del 13 de mayo de 2024, que se dan a conocer por medios digitales, el Arzobispado de Burgos manifiesta lo siguiente:
1.-No se ha recibido ninguno de estos documentos de forma oficial y fehaciente ni en el obispado de Burgos ni en los obispados de Vitoria y Bilbao.
2. El obispo, en la mañana del 13 de mayo, recibe estos documentos reenviados por un sacerdote, constando que se ha hecho una amplia difusión a sacerdotes y personas particulares.
3.- Con respecto al contenido de la carta es preciso afirmar:
a) Rechazamos la acusación injusta e indiscriminada de “silencio y aquiescencia de los pastores” como afirma el texto.
b) Rechazamos el texto en términos similares, a la “Cátedra de Pedro” sobre “contradicciones, lenguajes dobles y confusos, ambigüedad y lagunas de doctrina”.
c) Con respecto a la licencia de venta del Monasterio de Derio (propiedad de las clarisas de Belorado desde abril de 2013, cuya comunidad fue trasladada al Monasterio de Orduña el 28 de octubre de 2020), ni es competencia del obispado de Burgos ni de la presidenta federal, ni en el obispado de Bilbao se ha recibido ninguna comunicación ni petición al este respecto.
d) Ni los ”pastores” (término genérico utilizado en el texto) ni la presidenta federal son competentes para impedir los pagos ni para rescindir el contrato de compraventa que es competencia de las partes contractuales.
e) La comunidad de Belorado manifiesta su intención de abandonar la Iglesia Católica en el día de hoy, día13 de mayo de 2024, situándose bajo la tutela y jurisdicción del SR. D. Pablo de Rojas Sánchez-Franco, excomulgado en julio de 2019.
f) Sor Isabel firma el documento en nombre de todas las hermanas, aunque dicha afirmación de unanimidad no aparece contrastada en el documento y habrá que verificarlo (sólo aparece la firma de Sor Isabel).
g) Asimismo, Sor Isabel firma (indicando que lo hace en nombre de todas las hermanas, que también habrá que verificar) un documento que denominan “Manifiesto Católico”, de fecha 8 de mayo de 2024.
El arzobispado de Burgos puso, de inmediato, en conocimiento el asunto de las hermanas clarisas de Belorado, a la Santa Sede, al Nuncio Apostólico, al Presidente de la Conferencia Episcopal Española, al Presidente de la Comisión de Vida Consagrada y a los obispos de Vitoria y Bilbao. Hermanas clarisas de Belorado, como decía aquel ¡¡¡con la Iglesia habéis topado!!! La solución es rápida y sencilla, y más si hay dinero de por medio: excomunión y requisado de todos vuestros bienes. Reclamaciones a San Francisco de Asís y Santa Clara, que predicaban la pobreza, mientras que vosotras tenéis a buen recaudo 10 millones de euros, eso sí, ganados con vuestro sudor diario durante años en vuestro obrador, pero que pueden pasar a las arcas de quienes no han dado ni un palo al agua, en toda su vida, en toda su milenaria historia. Eso os pasa por haber cambiado el lema fundacional de “mi reino no es de este mundo, por mi reino es de este mundo regido por el dinero”. Dicen que Jesús no cayó en la tentación del poder ni del dinero, pero vosotras, pobres mortales, de momento no sois tan santas como el Mesías.
Pero, qué hay detrás de todo esto, sólo dinero y poder de la abadesa Sor Isabel de la Trinidad. No. Hay algo más, detrás hay dinero y una nefasta gestión inmobiliaria de las monjas de Belorado, que les ha hecho perder muchísimo dinero, y un personaje que maneja los hilos de las monjas, y que tiene nombre y apellidos: Manuel de Rojas Sánchez-Franco. Excomulgado en julio de 2019, por el obispo de Bilbao, ahora arzobispo de Burgos, Mario Iceta. En palabras del vicario para la Vida Consagrada de la diócesis de Vitoria, Manuel Gómez Tavira, detrás de esta ruptura existen intereses económicos y ha acusado a Sor Isabel de engañar a las monjas para mantener su poder, y descrito a la Pía Unión Sancti Pauli Apóstol (fundada por Manuel de Rojas) como una secta que pide continuos donativos y tiene pocos adeptos. Según el teólogo Luis Santamaría, experto en sectas, el mencionado Manuel de Rojas: “Es un personaje megalomaníaco con delirios de grandeza, que aúna lo eclesiástico y lo nobiliario, que se pasea por Bilbao con ornamentos episcopales propios de otra época y que, en este caso, todo parece indicar que se ha aprovechado de una situación de vulnerabilidad de una comunidad religiosa para presentarse ante las clarisas como el salvador de la propia comunidad y de la Iglesia Católica entera”.
Manuel de Rojas ha “vendido” a la comunidad de clarisas esa teoría de la conspiración que afirma que en el Vaticano no hay papa desde hace más de 60 años, que la evolución de la Iglesia Católica desde Pío XII “es satánica” y que él es el único garante de la iglesia tradicional y de la fe católica. Menciona a sus padres y dedica unas palabras a “ su querido y añorado abuelo” Pablo de Rojas, ingeniero de Minas, que fue Gobernador Civil de Jaén y jefe Provincial del Movimiento Nacional, desde 1948 hasta 1955, y presidente de la Cámara de Comercio desde 1950 a 1955. Pablo de Rojas asegura haber sido ordenado presbítero y obispo entre 2005 y 2006 por el antiguo jesuita Derek Schell (consagrado obispo en el Palmar de Troya en 1976), aunque en su biografía asegura no tener nada que ver con esa secta ni con otras. Manuel de Rojas se presenta a sí mismo, entre otros títulos nobiliarios, como Duque Imperial, Príncipe Elector del Sacro Imperio Romano Germánico y cinco veces Grande de España. Fundó en 2005 en Bilbao la Pía Unión de San Pablo Apóstol, que se define como la verdadera Iglesia de Cristo. Niega la legitimidad papal de Juan XXIII y no reconoce a ningún obispo de Roma posterior a Pío XII, Tampoco admite la validez de los sacramentos celebrados en la Iglesia católica postconciliar (Vaticano II). “Como toda secta, vive del mimetismo y del señuelo”, señala Santamaría. “Viendo lo que divulga a través de su web y redes sociales, donde aparece prácticamente sólo, es fácil suponer que hasta este momento en el que ha embaucado a las religiosas de Belorado, los miembros de la Pía Unión se pueden contar con los dedos de una mano”, afirma el teólogo.
En sus redes sociales (Facebook, Instagram, y Twiter) se refiere a Franco como “nuestro invicto caudillo”, considera rey legítimo de España a Sixto Enrique de Borbón-Parma (pretendiente carlista), y hasta se pueden encontrar mensajes antisemitas. En sus mensajes incluye un número de cuenta para los donativos, en ellos recuerda que estas aportaciones se pueden desgravar en la declaración de la renta, al tiempo que anima a marcar la casilla de actividades sociales y no la de la Iglesia Católica. Santamaría cree que este tipo de grupos son capaces de recabar donativos de personas que están descontentas con el camino que lleva la Iglesia Católica. Y continúa: “Podemos compararlo con el Palmar de Troya, con el que está emparentado espiritualmente, y esta secta logró recaudar millones de pesetas en su momento más álgido de expansión, obteniendo un ingente patrimonio”. Su reino no es este mundo, pero si llegan los millones de euros, bienvenidos sean, todo a mayor honra y gloria del pobretón de Nazaret.