Patricio Barquín Castañ. La Sindical (Fraga)
Del fr. motocyclisme.
m. Deporte que se practica montando en motocicleta
Sin ánimo de asustar a nadie y sin la pretensión de acabar transformando estas colaboraciones en artículos periodisticodeportivos (¡oh, cielos! Bonita palabra), ya que no tengo la formación ni la deformación necesaria para estos menesteres; me dispongo, antes bien, a desgranar el tema (o su correspondiente micronésima parte) del trabajo o la ausencia de este. Vamos allá:
Llevo un tiempo escuchando relatos extraños. Relatos que hablan de cómo la cosa esta de la inteligencia artificial va a sernos tan útil que va a acabar con el trabajo. Porque la cosa esta tan espabilada será capaz de realizar no sé cuantos procesos y zarandajas, mucho más rápido que nosotras, las personitas humanas, y que, gracias a ello, nos podremos dedicar a la vida contemplativa y decorativa.

¿Que quieres pintar un cuadro? Pídeselo a la muchacha lista esa y en un pispás te lo pinta, así sin más. ¿Que quieres escribir una novela tocha? Pues la artificiosa te la escribe como quien no quiere la cosa. ¿Que lo que te va es la música y la canción ligera? Pues la inteligente te compone, mejor que “Lo Beethoven,” un garrotín de postín. ¿Que lo tuyo son las ciencias y los estudios? Pues la gandalla esta igual te monta una tesis que te arroja un doctorado que no lo hace el más pintado. ¿Que tienes que cuadrar las cuentas, enviar correos recurrentes y hacer papeleo de lo más diverso? Inteligencia para qué te quiero. Y así todo.
Ahora bien, como tengas que levantar pared, cavar una zanja, fregar el suelo, lavar la ropa, hacer la cama, sembar cebollinos, sacar el fiemo del corral, picar en la mina, sacarle los mocos al chiquillo, cambiarle el pañal, coser ropa o cualesquiera de esas cosas insolentes, procaces e indecorosas que hacemos los pobres, pues… eso, que la inteligencia es tan lista y tan burguesita que te dice que no está preparada para ensuciarse sus inexistentes manitas. Que, a ver, ¿no habíamos quedado en que te íbamos a liberar del trabajo? Pues eso, que lo haga otro, te dirá indignada, ofendida y liberal.
Total, que esta gente que anda promocionando (¿ahora se llama monetizando porque lo que importa es la pasta?) esta cosa tan tecnoutópica y lo hacen anunciando el fin del trabajo. Claro que sí: ¡ABAJO EL TRABAJO! Y cómo vamos a estar a favor de trabajar si lo que queremos es la liberación del ser humano (los animales también) y el fin de la explotación de la persona por la persona. ¡Abajo el trabajo! ¡Salgamos a las calles! ¡Vamos a quemarlo todo! Y tras las barricadas, provistos de una legión de móviles inteligentes, a modo de adoquines de los de antes, hagamos que esos cacharritos trabajen por nosotrxs mientas… mientras… ¡mierda!
Hacia la segunda mitad del siglo XVIII surgió un movimiento que tuvo su mayor repercusión a principios del XIX (ya está el abuelo con las batallitas) y que dio en llamarse ludismo. ¿Y qué era el ludismo?, me dirás mientras clavas tu pupila en mi pupila azul. Pues al parecer eran unas personas que no tenían especial afición por el motociclismo, ya que la chorrada esta de acabar con el trabajo, en una sociedad capitalista y hacerlo a través de la tecnología agarra más mal que los melones en diciembre. Y es lo que trataron de venderles, que gracias al trabajo conseguirían producir mucho en poco tiempo y así podrían dedicarse a rascarse las partes nobles el resto del tiempo. Pero, pero, pero… Resulta que estas personitas se dieron cuenta al instante de cómo escondían al conejo dentro de la chistera y que esos avances tecnológicos en forma de máquinas de trillar, telares automatizados y demás ingenios tan sólo iban a servir para enriquecer a los propietarios y precarizar y deposeer a quienes acabarían viéndose obligados a transmutar de personas a simple mano de obra.
Por otro lado, y volviendo a la actualidad, eso del fin del trabajo resulta poco conveniente en una economía en la que el dinero no depende del patrón oro sino que lo crean y destruyen las entidades finacieras (antes llamadas bancos, pero llamadas así: entidades financieras, deben resultar menos atracables), y para hacerlo se apoyan sobre la deuda (1), es decir, necesitan que estés endeudado para generar un apunte contable que será el préstamo que recibes, y ese préstamo se devuelve ¿con qué?; pues con el trabajo que es el único lugar en el que obtienes el maldito dinero que tienes que devolver al, ahora sí, banco de las narices, que, además, se va a embolsar unos intereses. Ya ves, tú currando y ellos anotando cantidades en un papelito.
− Pero, entonces ¿no van a acabar con el trabajo?
Sí, claro, volverán a acabar con una gran parte de los puestos de trabajo para continuar precarizándonos más y más; para que acabemos peleando entre nosotrxs por las migajas de un trabajo cada vez más precarizado y que cada vez dará más y más beneficios al capital. Y, además, recuerda que las mal llamadas deslocalizaciones situaron el centro neurálgico de la explotación en lugares lejanos espacialmente y, al parecer, también mentalmente para muchos. Ojos que no ven, explotación que te crio (o algo así, nunca se me han dado bien los refranes).
Así que, cuando vuelvan a intentar meterte en una tienda de motos para venderte una motocicleta sin manillar y con el faro roto, no seas iluso y tírate de la moto (de la moto tírate), tal y como hizo en su día el movimiento ludita, y señala al verdadero culpable de nuestra ruina, que es la sociedad enferma que nos han impuesto. Deja atrás esos cantos de sirena psicópata que nada tienen que ver con nuestro bienestar. Y, sobre todo, no olvides que hay que ir pensando la tecnología con una visión de respeto a la humanidad y a la naturaleza. Que no todo vale con la excusa del desarrollo (sea lo que sea ese maldito concepto). Que la tecnología no puede andar separada del ser humano y del beneficio universal, para humanos y no humanos. Y lo que ineludiblemente tiene que separarse del ser humano, de una vez por todas, es la adoración al dinero.
Y, ahora sí, ¡¡ABAJO EL TRABAJO!! ¡¡ABAJO EL DINERO!! ¡¡VIVA LA TOMA DEL MONTÓN!!
Notas
1.- Fuente: Banco de España https://www.bde.es/wbe/es/areas-actuacion/politica-monetaria/preguntas-frecuentes/definicion-funciones-del-dinero/como-se-crea-el-dinero.html#:~:text=Cuando%20un%20banco%20comercial%20otorga,depositado%20en%20otras%20cuentas%20bancarias.