Miguel Correas Aneas

Si en el artículo anterior empezaba retrotrayéndome
a la Conquista de Granada, el asedio de los Reyes Católicos
a la ciudad nazarí, para ver lo que estaba haciendo
Israel con Gaza, con su asedio por tierra, mar y aire. En
éste empezaré por unas declaraciones, muy cercanas en el
tiempo, del primer ministro del Gobierno de Israel, Benjamín
Netanyahu, dichas no en un lugar cualquiera, sino
en la mismísima sede de las Naciones Unidas en Nueva
York. Según Netanyahu, tras el castigo colectivo a Gaza
y su Franja, ésta quedará bajo control militar israelí tanto
por tierra como por mar y por aire, o lo que es lo mismo,
un asedio total. Con ello se puede comprobar que Israel
no ha buscado, ni busca ni buscará nunca, un acuerdo de
paz, sino un dominio completo del territorio palestino,
para quedarse de manera definitiva con sus tierras y sus
riquezas, como veremos más adelante.


En cuanto a su territorio, ya en el Plan de reparto inicial
de Palestina por la ONU (resolución 181 de 1948),
se cometió el primer atropello flagrante, pues se le concedió
a Israel el 54,7% del territorio para un futuro Estado
de Israel y un 44,3% para un futuro Estado de Palestina.
No se tuvo en cuenta que el 70% de la población era
palestina, mientras que el 30% era judía. La equidad en
el reparto fue a todas luces desfavorable para el pueblo
palestino. En ello pesó lo ocurrido con los judíos en la
Segunda Guerra Mundial; la sombra del Holocausto estuvo
presente a la hora de dar más territorio al pueblo
israelí. Y fue en ese momento cuanto Israel arrincona a
dos millones de palestinos y mata a docenas de miles de
los habitantes de la zona para acelerar sus planes de implantación
colonial mediante la masiva construcción de
viviendas en territorio que no le pertenecía. Israel declara
su independencia el 14 de mayo de 1948, y fue reconocido
de inmediato por la Unión Soviética y Estados Unidos,
mientras que no pasó lo mismo con Palestina. Nada
menos que 700.000 palestinos huyeron aterrorizados para
poder salvarse, y no pudieron regresar a sus viviendas.
Sus casas fueron destruidas o redistribuidas (Ley de Bienes
Ausentes) a militares y funcionarios israelíes, este
hecho fue conocido como Nakba o desastre.
El amor casi religioso de EE.UU. hacia Israel no se
debe a su preocupación por la seguridad de Israel, por
la de un refugio de una minoría oprimida, sino por unos
factores unidos a una verdad absoluta, irrefutable: los
intereses estratégicos de la propia superpotencia. Tras la
gran derrota que Israel infligió a los estados árabes en la
Guerra de los Seis Días en 1967, EE.UU. proporcionó
una generosa e importante ayuda tanto militar como económica
al Estado israelita.
Hay varias fechas claves que aumentaron el valor
estratégico de Israel para los Estados Unidos. Los más
importantes fueron los siguientes: A) 1978: la creación
del “yihadismo” por parte de los EE.UU. en dicha región,
para destruir las fuerzas laicas y progresistas en los “países
musulmanes”, convirtiendo a la extrema derecha islámica,
judía y cristiana en los verdaderos protagonistas
del escenario. B) 1979: la caída del Sah de Irán, que convierte
a Israel en el único aliado estable de Washington
en la zona. C) 1982: la invasión de Israel del Líbano, para
expulsar a la OLP y destruir a Hizbolá, partido islamista
creado por Irán. D) 1991: la Guerra del Golfo Pérsico,
Estados Unidos se hace con el control de millones de barriles
de petróleo de Irak, divide y debilita a algunos países
árabes, destruye a Irak, que fue contrapeso de Israel
y asesta un duro golpe a los palestinos, con el acorralamiento
de Yasser Arafat, el cual defendió a Sadam Hussein
en la guerra; los jeques árabes castigaron a la OLP, y
pasaron las ayudas al fundamentalista y derechista grupo
de Hamás (al que ahora llaman terrorista), que el pasado
7 de octubre causó nada menos que 1.200 muertos a
Israel (ironías del acontecer histórico). Arafat tuvo que
aceptar los Acuerdos de Oslo. Era el fin de la posibilidad
de un Estado Palestino, si es que alguna vez existió dicha
posibilidad. E) 2000: los atentados del 11 S en Nueva
York, y la supuesta Guerra contra el Terrorismo Islámico,
que deja a Israel como gran beneficiario de la interesada
imagen de bárbaros que se da de los “musulmanes”. F)
2011: las guerras contra Siria y Libia, así como el secuestro
de las “primaveras” de Egipto y de Túnez, han
beneficiado al estado judío.
Cuando se comprueba la actitud de EEUU en los Consejos
de Seguridad de la ONU o en las diversas Asambleas
Generales de la misma, uno se pregunta el porqué
de la posición de su apoyo incondicional a los postulados
que defiende el gobierno de la extrema derecha israelita,
con discursos abiertamente neonazis.
Veamos a continuación algunos de las muchas razones
del actual favoritismo de los Estados Unidos hacia
Israel: 1) Israel es el retén a la influencia de las ideas
marxistas. Los misiles no apuntaban a Palestina sino a
Moscú. 2) Israel es el guardián de los intereses de los
EE.UU. en la zona. 3) Con las continuas amenazas, según
Israel, de los países vecinos, éste ha conseguido militarizar
a la región, y, por lo tanto, la carrera armamentista
se ha disparado y con ello la venta de armas de las fábricas
americanas a Oriente Medio. Téngase en cuenta
que Estados Unidos emplea a 10 millones de ciudadanos
en la fabricación de armas de todo tipo. 4) Israel ha sido
siempre el pararrayos de la rabia de los árabes a EE.UU.,
el cual se presenta como árbitro neutral en el conflicto.
Un ejemplo de esa “neutralidad” fue en 2014, cuando
el presidente Obama amenazó con derribar aviones israelíes
si éstos atacaban instalaciones nucleares de Irán.
5) A través de Israel, EE.UU. consigue vender armas a
quienes no podía hacerlo de manera directa. 6) Existe una
afinidad ideológica. Prueba de ello es el vigente Proyecto
El gobierno genocida de Israel, II
Miguel Correas Aneas
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del Nuevo Oriente Próximo, diseñado por los
Estados Unidos, tras el colapso de la URSS.
También existe afinidad ideológica entre la
derecha belicista del Partido Republicano y
el Likud israelita, de extrema derecha judía.
7) Fuertes lazos entre sus servicios de Inteligencia.
La israelí Unidad 8200 (con 6.000
soldados) y la estadounidense Agencia de
Seguridad Nacional han creado la mayor
asociación de cooperación de inteligencia.
En el 2010 las dos agencias lanzaron la primera
ciberguerra de la historia. Atacando con
el gusano informático Stuxner dos centrales
nucleares de Irán. 8) Existe una fortísima
alianza militar entre ambos estados, tal como
lo certifica la instalación de la primera base
militar de EE.UU. en el desierto del Néguev
en septiembre de 2017. No hay que olvidar
que Israel es el único estado que posee armas nucleares
en la región. 9) Existe un apoyo mutuo e incondicional,
que hace que en las votaciones de la ONU y otros foros
mundiales vayan de la mano. 10) en el aspecto religioso
converge una hermandad religiosa, ya que el sionismo
cristiano de EE.UU. mira hacia Israel, pues creen que allí
se realizará la segunda venida de Cristo a la Tierra Santa.
Seis millones de judíos de Estados Unidos se declaran
judío étnico, aunque no religioso. 11) Aunque puede haber
algo de exageración la presión de las organizaciones
sionistas existe. Está comprobado que se invierten ingentes
cantidades de dólares para comprar voluntades de políticos,
periodistas o cineastas para que den una imagen
positiva de Israel, y que pongan a sus rivales como unos
auténticos monstruos.12) Tanto Israel como los Estados
Unidos comparten racismo social y la aporofobia contra
los “musulmanes “pobres y “subdesarrollados, frente a
los que oponen a los “talentosos” judíos. Ilan Pappé (historiador
israelí), afirma que Palestina es “la cárcel más
grande del mundo” y narra con detalle los mecanismos
de la destrucción de toda una nación, por un estado colonial
y la complicidad de todo el mundo. 13) Existen unas
amistades personales entre los líderes judíos de EE.UU.
e Israel. También existe un miedo de los “no amigos”
en ser etiquetados de “antisemitas” si no rinden tributos
a la “causa israelí” con devoción, como fue el caso
del cuarenta y cuatro presidente Barack Obama. Cuando
Washington no vea utilidad en el “matrimonio” con Israel
como estado cliente lo repudiará.
Una cuestión crucial en todo lo que está pasando en el
conflicto de Israel con el pueblo palestino y que se hace
poco hincapié en los medios de comunicación (a EE.UU.
no le interesa que se hable de ello) es lo que se relaciona
con los yacimientos de gas y de petróleo que hay en la
zona que legalmente pertenece a al pueblo palestino. Así
pues, la invasión militar del ejército israelí de la Franja de
Gaza va más allá de lo sucedido el pasado 7 de octubre,
tiene como motivo fundamental: el control y la propiedad
de las ingentes reservas estratégicas de gas offshore (fuera
de la costa) que hay en la Franja de Gaza.
Para finalizar este artículo, reseñar que a día de hoy
(20 de marzo de 2024), la situación en Gaza y otras muchas
ciudades palestinas de la Franja es de auténtico desastre
humanitario, con el agravante de que los bombardeos
a campos de refugiados no han parado ni un sólo
día. Ya han muerto 30.800 personas y hay más de 72.000
heridos, se han dado más de 8.000 casos de hepatitis A,
y pasan de las 60.000 mujeres embarazadas que no pueden
ser atendidas. Con la excusa de que entre la población
hay soldados de Hamás, esta misma semana se han
producido bombardeados a varios almacenes, los cuales
contienen los pocos alimentos que han llegado de ayuda
humanitaria. Me reafirmo en lo escrito en el anterior artículo,
lo del gobierno racista/ neonazi y terrorista de Israel
sólo tiene un nombre: GENOCIDIO. En el siguiente y
último artículo, trataré un aspecto crucial en la invasión
de Gaza por parte del ejército Israel: la cuestión del gas y
del petróleo que hay en la costa gazatí y en su subsuelo, y
que jurídicamente pertenece a los palestinos, según los
convenios de La Haya y de Ginebra: “Si, como resultado
de una acción de guerra, un beligerante ocupa territorio
del adversario, no adquiere por ello, el derecho a disponer
de la propiedad en él (…) La economía del territorio
beligerantemente ocupado debe mantenerse intacta”. Israel
se salta, con el apoyo incondicional de los Estados
Unidos, cualquier convenio internacional. A todo ello
hay que añadir la posible construcción de un canal alternativo
al de Suez, y que pasaría por territorio palestino.
Con un control exclusivo del Estado judío sobre el futuro
canal, con pingues beneficios económicos. ¡Hasta cuando
la ONU se va a hacer el longuis!

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