Miguel Correas Aneas
Una vez señaladas algunas generalidades de la situación actual del Parque Nacional de Doñana, que forma parte de la Red Natura 2000 y es Reserva de Biosfera, así como Sitio Ramsar y Patrimonio de la Humanidad, veamos con cierto detalle varios de los aspectos que hacen que su situación sea alarmante y esté abocado a la desaparición definitiva, al menos como lo hemos conocido hasta ahora, si no se toman medidas con suma urgencia. Doñana no es un humedal cualquiera, ya que es de capital importancia para las aves acuáticas de Europa y África. Su importancia también radica en su enorme extensión, ya que abarca 54.251 hectáreas de Parque Nacional y 68.236 hectáreas de Parque Natural (122.487 ha), con un ciclo de inundación y sequía. Hay que repetir una y cien veces que Doñana tiene un alto valor ecológico, biológico, social, histórico y antropológico. Su biodiversidad es descomunal, ya que en él existen 1.535 especies de plantas y 750 de animales vertebrados, entre ellas 467 especies de aves. En Doñana se reproducen alrededor de medio centenar de especies.
Veamos otros datos muy interesantes. En el parque hay 13.000 parejas de flamenco común (que representa un 13 % de toda la población europea), 10.000 parejas de morito común ((un 9%), 2.000 parejas de espátula común (18%), etc. En la invernada de 2020/2021, en el parque de Doñana se contabilizaron casi 527.000 aves acuáticas. Las evidencias científicas alertan de que el humedal afronta algunas de las más graves amenazas desde su declaración como Parque Nacional en 1969. Los 11 años consecutivos de ciclo climático seco han dejado su impronta y un nefasto diagnóstico, y lo más grave es que con toda probabilidad las olas de intenso calor y las sequías continuarán aumentando en intensidad y frecuencia. Las aves son fieles indicadores de la salud ambiental de los ecosistemas. Si las aves son un fiel reflejo de la situación, he aquí algunos datos que confirman la gravedad de la situación. Durante el trienio 2019/2021 las poblaciones de aves reproductoras han sufrido el mayor desplome conocido desde que Doñana es Parque Nacional. En la última invernada (2021/2022) se han censado 87.488 individuos, el número más bajo en los últimos 40 años. La escasez de precipitaciones y la descontrolada sobreexplotación de las masas de agua, tanto superficiales como subterránea, han provocado que durante el 2022 la reproducción de las aves acuáticas en la marisma del Parque Nacional de Doñana haya sido, un año más, un fracaso casi absoluto. El incremento de las temperaturas está reduciendo el período de encharcamiento y disminuye las posibilidades de que el ciclo reproductor de estas especies culmine con éxito.
70 años después, sólo queda volver a salvar Doñana. No pueden ganar la sinrazón y los intereses socioeconómicos cortoplacistas. Doñana es un enjambre de lagunas que, junto a las permanentes y la marisma, forman una importante red de hábitats acuáticos únicos en Europa. En la actualidad las lagunas permanentes son escasas en Doñana, por otro lado, el magnífico sistema de lagunas que teníamos en Doñana tiene, hoy en día, serios problemas de conservación. Se ha llegado a secar completamente la única laguna, Santa Olalla, que quedad con carácter permanente. Se Han de activar soluciones urgentes para no decretar la pérdida definitiva de las lagunas de Doñana y de su impresionante biodiversidad.
La superficie en situación irregular sigue creciendo de manera alarmante y sin control. Dos tercios de los ríos y arroyos se encuentran alterados por el cultivo de fresas, frambuesas y arándanos (1.400 hectáreas frutos rojos). Y para colmo, los dos partidos que conforman el actual Gobierno andaluz, PP y VOX, quieren legalizar (por decreto autonómico) las más de 2.000 infraestructuras causantes de tan grave y bochornosa situación medioambiental. Pero no echemos la culpa de la actual situación al actual gobierno, ya que el PSOE, durante todo su largo mandato con mayoría absoluta, ha permitido que el estado de Doñana sea el que es. No vale, desde el Gobierno central, en convertirse dicho partido en el salvador de Doñana, con la única finalidad de sacar réditos políticos. Si quieren culpables que empiecen por ellos mismos. Aún con todo, la situación se agravará si en las elecciones generales del 23 de julio, el Partido Popular en solitario o con el apoyo de VOX, se hace con el Gobierno de España. Si eso ocurre, el colapso del Parque y sus marismas será total y no habrá punto de retorno.