Miguel Correas
En los primeros años de nuestra revista, cuando la gestión de la misma se hacía desde el piso que tenía nuestro añorado compañero José Navarro, en la barriada barcelonesa de La Verneda, el recientemente fallecido Marcelino Reyes (después se cambió el nombre por Marcel.li) formaba parte del equipo que llevaba tanto la administración económica como de distribución de Ideas, que después sería la Orto actual. Un día a la semana nos veíamos para trabajar conjuntamente en dichas tareas. Era una persona muy agradable de trato, eficaz en su trabajo y de una conversión muy amena y variada. Tenía una gran extensión de conocimientos de muchas materias, además de ser firme en sus convicciones. La mañana se pasaba volando, y la labor realizada era de una gran calidad por su parte. Pasado un período no muy largo dejó la revista, y nuestra relación no continuó, ya que el no militaba en la vida sindical, sino cultural. Con el paso de los años sólo nos veíamos en algún acto cultural o mitin confederal. Nuestro afecto hacia él duró más allá de su paso por la revista. Nuestra condolencia a su familia. Amigo Marcel.li, siempre te recordaremos como una buena persona, honrada y trabajadora. Que la tierra te sea leve.
He aquí un poema de su libro titulado: 29 poemas
HOMENAJE A ORWELL
Mi patria es aquella que tu amaste.
Yo he creído y soñado tus palabras.
Tus ídolos fueron los míos;
los viejos enemigos reencarnados nos agobian,
aún no estamos en 1.984 y tus profecías caen:
la Libertad es pisoteada,
la mentira es juez, porque la verdad murió,
se entierra y humilla la dignidad,
la intimidad del hombre no existe.
Nuestros cuerpos esclavos siguen a cien amos,
nuestro pensamiento es alterado,
la fantasía está prohibida,
hasta el cielo nos ha abandonado.
Una única y tenue esperanza aparece
a través de hombres como tú:
solitarios luchadores y poetas.