Una hoja de papel
¡hace milagros de emociones!
Una letra, que, como voz,
viene de lejos con secretos,
confesando su pensar…


La carta se abre
como flor de la tarde
en la palma de mi mano.


El recuerdo de quien la escribió
se hace estrella-guía
y viene con el cariño
de la querida persona amiga
que en la carta ha mandado
lo mejor de sus sueños.


¡Viva la amistad de quien
todavía sabe escribir cartas
en el papel!


Teresinka Pereira

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