Miquel Expósito
Tuve la gran suerte (cosas de la vida de los trabajadores) de conocer al compañero Andreu Valls en los años 70 del pasado siglo. Fue muy anecdótico, yo trabajaba en un taller de planchistería y del en la empresa Piher. Yo no lo conocía de nada y, un día, nos cruzamos en la calle Sant Bru-Riera Canyadó, era por la tarde, yo vivía, en aquella época, en los edificios San Jorge, yo llevaba una bufanda con los colores de la bandera catalana y, cuando me vio, me preguntó ¿qué noi, catalanista? No, le dije yo, catalán. Él se rio y continuó su camino y yo el mío. Creo recordar que él vivía en la plaza de Badalona, ceca de la plaza de Pep Ventura.
Después de esta anécdota nos vimos varias veces más y nos saludábamos. El taller en el que yo trabajaba hacíamos el mantenimiento en las empresas de Badalona. Cambie de taller y hacíamos el mantenimiento en la empresa Piher y volví a compartir con él el trabajo y surgió una amistad que duró muchos años, ya que cuando me afilié a la CNT-AIT, en el año 1976, volvimos a encontrarnos otra vez pero en la lucha, ya que él también se afilió, como yo, al Sindicato del Metal de la CNT-AIT de Badalona. Estuvo ayudando en la Secretaría de Jurídica sobre temas del ramo del metal a los abogados de aquella época. Dejó la Organización años después pero continuamos teniendo relación ya que venía a visitarnos algunas veces y nos veíamos muchas veces por las calles de Badalona acompañado de su compañera Felisa. No pude despedirme de él ya que no estaba en Badalona en las fechas de su fallecimiento.
Desde aquí un abrazo a su hijo Jordi, familiares y compañeros. Que la tierra te sea leve compañero Valls.
Salut