Bruno Servet

Nada nuevo es que la ICAR apoye a la derecha y ultraderecha española, así lo ha hecho siempre y después se queja de que una gran parte de la ciudadanía reaccione contra su postura frente a los avances que consigue la sociedad, a pesar de su actitud intransigente y retrógrada. Una prueba fehaciente de ello es su intromisión en la campaña electoral de la Comunidad Autónoma andaluza. Toda entidad social tiene derecho a expresar su postura ante los problemas que afectan a la sociedad en su conjunto, y de apoyar a aquellos partidos que creen están en su línea, en su “coherencia con la fe cristiana “. Hasta aquí nada que objetar, la ICAR puede expresar cuáles son sus preferencias hacia un partido político u otro, pero sin engañar a nadie con su ruin y fraudulenta postura ante el electorado andaluz.

Una prueba de lo dicho antes es el “mitin” que dio el obispo de Huelva, el pasado domingo (5-6-2022) en la misa de la Romería del Rocío. Aprovechar un acto religioso al que asisten creyentes y no creyentes para hacer una defensa a ultranza de los valores más recalcitrantes que defiende la ICAR es una intromisión no de recibo en un proceso electoral que afecta tanto a los seguidores de la Iglesia como a no creyentes o, simplemente, agnósticos o ateos. El obispo Santiago Gómez Sierra instó en la misa televisada por Canal Sur, cadena de titularidad pública, a que los fieles tengan en cuenta las afinidades o incompatibilidades y los principios morales de los católicos al votar en las elecciones del 19- J. Éstas fueron, exactamente, sus palabras: “Los católicos votamos a diferentes partidos políticos, pero todos debemos tener en cuenta las afinidades o incompatibilidades de nuestros principios morales con los proyectos, programas y actuaciones de cada uno de ellos”. Su coherencia con la fe cristiana pasa por los siguientes parámetros, que chocan frontalmente con los avances sociales que tanto ha costado conseguir a una ciudadanía, que ha pasado por encima de sus propuestas ancladas en un pasado, donde la represión y el miedo era la norma de su moral y de su comportamiento.
Veamos cuáles son sus valores morales, que cada uno de ellos merecería una amplia réplica para desmontar la hipocresía de sus argumentos. Una cosa es lo que pregonan en sus púlpitos, otra muy diferente lo que hacen en la práctica diaria. Afirma el obispo de Huelva, que dice hablar según el sentir de los demás obispos andaluces: “respetar la vida humana, inviolable desde su concepción hasta su muerte natural; el reconocimiento, la promoción y ayuda a la familia, como unión estable entre hombre y mujer, abierta a la vida; la protección de los padres a educar a sus hijos según sus propias convicciones morales y religiosas; el respeto a la dignidad de toda persona; a la libertad religiosa, a los valores espirituales y a la objeción de conciencia; a la defensa y ayuda a los más débiles de la sociedad, como ancianos, jóvenes e inmigrantes”. Y continúa su nefasto discurso bajo el argumento de la razón y la ley natural: “Estoy apelando a principios morales accesibles a la razón, porque hay asuntos que no deben estar sujetos a diferentes estrategias de partido, sino que son temas exigidos por la ley natural, por la razón, por el verdadero humanismo”. Pero de qué valores morales habla la ICAR, cuando no ha dejado nunca de apoyar todas las guerras y atropellos que terratenientes, caciques y partidos facciosos han causado en diversos lugares del planeta, y en lugares de España como la misma Andalucía. A qué llaman ellos la ley natural, la razón y el verdadero humanismo: dejar morir de hambre a tantos miles de andaluces durante décadas, durante siglos de apoyo a las clases pudientes de la maltratada y humillada población de la que se creen dueños absolutos: Andalucía.
Ante las palabras del obispo de Huelva, la reacción de los partidos de “izquierda” no se ha hecho esperar, y las redes sociales también se han hecho eco de las palabras de los obispos andaluces. Ha sido un auténtico aluvión de mensajes poniendo en solfa las tendenciosas palabras de monseñor Gómez Sierra en la misa del Rocío onubense. Inmaculada Nieto, de la candidatura POR ANDALUCÍA, ha afirmado: “Canal Sur emite un alegato homófobo del obispo de Huelva en favor de la derecha y ultraderecha. Un mitin homófobo en contra de los derechos de las mujeres o del derecho a morir dignamente. Un mitin de la Andalucía en blanco y negro que vamos a evitar el 19- J”. Por su parte Teresa Rodríguez, de ADELANTE ANDALUCÍA, ha criticado los mensajes contra el aborto, la eutanasia, el matrimonio igualitario, la escuela laica, los anticonceptivos y la planificación familiar emitidos por el obispo onubense. Textualmente a dicho; “Espero que cuente el cupo televisivo del PP y Vox. El Rocío es mucho más que religión y curia. Es parte de nuestra identidad y es de todos los que quieran formar parte de él, aunque sean de izquierdas, homosexuales, feministas o laicos”. Izquierda Unida, que forma parte de POR ANDALUCÏA, dijo en un mensaje por redes sociales: “Canal Sur ha emitido en directo al obispo de Huelva (Santiago Gómez Sierra) llamando a votar a la derecha el 19-J. Se trata de una grave injerencia por parte de la televisión pública, dirigida por Juan Moreno Bonilla, en plena campaña electoral. ¿Tan mal les van los sondeos internos?”.
También el PSOE andaluz, a través de Ángeles Férriz, portavoz parlamentaria del PSOE- A, se ha pronunciado en la misma línea que las anteriores, con estas escuetas palabras: “Qué barbaridad ¿El Rocío también? Pues va a ser que no van sobraos cuando hasta los obispos tiene que salir a hacerles campaña electoral”. Adriana Lastra, vicesecretaria del PSOE apuntó: “Para que salga el obispo de Huelva a pedir el voto, no les irá tan bien las cosas al PP y a la derecha”. Finalmente, el representante de Podemos en Andalucía, Juan Antonio Delgado, se ha quejado del mitin del obispo onubense con estas palabras: “Que el obispo de Huelva se oponga a derechos de las mujeres, matrimonio igualitario o a la muerte digna en la misa rociera es un ataque a los andaluces que tienen devoción a la Virgen del Rocío, que son muchos y plurales. Andalucía es mestizaje, no dogma”.
El obispo de Huelva instrumentalizó el Rocío para hacer campaña electoral. Nada ha dicho sobre los abusos a menores por parte de su querida Iglesia Católica. Es que cuando se está en una secta nunca sabes que estás en ella. Que el obispo y los obispos andaluces, en su conjunto, pidan el voto para la derecha y ultraderecha y que, por otro lado, critique ferozmente a los colectivos feministas y gays, demuestra que la Iglesia Católica está dirigida por franquistas, que les importa un bledo que Andalucía bata récord en pobreza, ya que su único objetivo es acumular riquezas. No tienen reparo en utilizar una fiesta popular, como el Rocío, para hacer propaganda política.
Junto a la campaña emprendida por los obispos andaluces desde los púlpitos de iglesia y catedrales, la derecha ha desarrollado otra intensa campaña publicitaria que tiene como base ideológica: es inevitable el triunfo de la derecha, vista la situación de división en la izquierda andaluza y el cansancio del PSOE en el poder de la Comunidad. Dicha campaña se ha desarrollo, hasta el día de hoy, con una extraordinaria cantidad de medios y prolongada en el tiempo, con el fin de desmovilizar a los votantes de izquierda, al dar como vencedor, el 19-J, a la derecha y ultraderecha andaluza. Para algunos analistas hay la certeza de que después de 40 años la izquierda no gobernará. El mensaje es sencillo y contundente desde diciembre de 2018: “Andaluz de izquierdas, éstas no son tus elecciones”. La elección del 19.J, no es una fecha inocente, es un obstáculo más para la movilización del electorado de izquierdas, ya que el próximo jueves 16 de junio es el día de Corpus, que es festivo en varias provincias andaluzas y supone un corte en la semana final de la campaña electoral. El PP andaluz se mueve por terrenos resbaladizos, y un nerviosismo rampante, palpable en sus palabras en campaña electoral. Sólo ganarán si desmovilizan el voto de izquierda. No es una campaña ganadora, en la que confían en su propio programa y su fuerza de atracción política. No confían en ganar convenciendo, más bien todo lo contrario, en ganar embarrando el terreno de juego para que la ciudadanía se ausente de las urnas. Y para ello no dudan en apoyarse en la Iglesia Católica, con la que comparten ideario social y económico. Ellos son muy conscientes de que si las izquierdas van a las urnas ganan. Los púlpitos y misas de la ICAR es su punto de apoyo para conseguir su meta. Aquí no podemos decir, aquello de: ¡Amén! (que así sea).
Las dos fotos estámn separadas por el tiempo, pero la situación es la misma: La Iglesia Católica, Apostólica y Romana española siempre al lado de las derechas y el Poder.

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