Marcolino Jeremías
Félix Gil Herrero nació el 13 de julio de 1929 en Aranda de Duero, Burgos, hijo de Vicente Gil Gutiérrez y Florencia Herrero Soto.
A la edad de 7 años, presenció el inicio de la Guerra Civil Española (1936-1939). Su padre era un anarquista afiliado a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), la mayor central sindical de la época, de tendencia anarquista. Justo al comienzo del conflicto, Vicente Gil y su hermano, abandonan la aldea rumbo a Madrid, con la intención de unirse al Frente Republicano. Sin embargo, en el camino, Vicente cambió de opinión y decidió regresar para unirse a su familia. Los franquistas (fascistas) lo arrestaron y tres meses después lo subieron a una camioneta, lo mataron y desaparecieron con el cuerpo.
En 1937, tras el asesinato de su padre, Félix, sus otros cuatro hermanos y su madre se enfrentarán a numerosos obstáculos económicos e incluso a períodos de hambruna. Inicialmente, Félix y uno de sus hermanos son enviados a un asilo para pobres en Burgos, que estaba dirigido por curas. Félix nunca se adaptó a este lugar, en el que experimentó muchas dificultades. Se quedaron allí durante unos 6 a 7 meses.
Cuando lograron salir de este refugio, su hermano se quedó en Aranda de Duero. Félix, de unos 14 años, se fue a Villalba de los Arcos, en Tarragona, a trabajar con un tío (hermano de su padre) en la agricultura, que, a pesar de haber luchado en la revolución española, se había casado con una mujer simpática del franquismo. Nuevamente fue un período muy doloroso para Félix. Permaneció en Tarragona durante casi 1 año.
Su tío, Demetrio Gil, lo llevó a Barcelona (donde estuvieron unos dos años), para trabajar junto con otros dos anarquistas (Víctor y su hijo) como albañiles, profesión que Félix adoptó durante toda su vida. Es durante este período, todavía adolescente, cuando Félix comienza a tener contacto con la CNT, aún en la clandestinidad.
Demetrio Gil, durante la revolución española, había combatido en la Columna Durruti y, por esa razón, estuvo preso unos años después del final de la guerra civil hasta que salió en libertad provisional, sin embargo, todos los meses tenía la obligación de informar a la policía su ubicación. Durante este período, ya no se presentó ante las autoridades locales, lo que lo puso en peligro.
Por ese motivo, en 1947, el grupo decide ir a Francia, cruzando la frontera a pie, en un viaje de unas 15 horas. El grupo pasó cuatro días en el Campo de Refugiados de Perpiñán. Permanecieron en Dijon, Francia, durante tres años. Según Félix, en Francia, el elemento libertario, especialmente los españoles, se reunían el primer domingo de mes para intercambiar impresiones e informaciones que llegaban a través de la prensa anarquista, especialmente los periódicos: CNT, Solidaridad Obrera, Tierra y Libertad, Le Combat Syndicaliste y otros…
Permanecieron en Francia hasta que la Organización Internacional para los Refugiados les otorgó el certificado de refugiado y les proporcionó pasaportes. En 1949, el grupo fue a Bolivia y fundó una cooperativa llamada Siberia Construcción, con otros compañeros anarquistas de España que estaban exiliados allí. En Bolivia, Félix se reunía con anarquistas españoles exiliados y mantenía contacto con el movimiento, especialmente en Francia y España. Fue testigo de la revolución boliviana de 1952.
Durante este período, Félix se casa con la española María Marsal Solé, cuyo padre, Ramón Marsal, también era anarquista, afiliado a la CNT, del grupo España Libre. Por recomendación de un amigo que estaba con ellos en Bolivia, de nombre Ramón (valenciano), la familia decidió mudarse a Brasil, llegando al país el 10 de marzo de 1953. Llegaron a São Paulo en tren, provenientes de Corumbá (Mato Grosso do Sul).
Inicialmente fueron a la calle Cuiabá, numero 35, en el barrio de Mooca. Luego se instalaron en la calle Planeta, en Vila Formosa. La pareja tuvo tres hijos: Rosa, Vicente y Elisete. Los primeros en recibir a la familia en Brasil fueron Hernández (1) y Bartolomeu (también afiliado a la CNT), quienes pusieron a Félix en contacto con el movimiento anarquista brasileño.
Apenas llegó a la ciudad, el segundo domingo, ya participaba en el Centro de Cultura Social de São Paulo, que en ese momento tenía su sede en la calle Rubino de Oliveira, numero 85, en el barrio del Brás. Recuerda que los primeros anarquistas brasileños con los que tuvo contacto fueron: Pedro Catallo, Edgard Leuenroth, Maria Valverde, Cecílio Dias, entre otros…
En São Paulo, Félix Gil Herrero participará en los encuentros del Grupo Local de la CNT en el Exilio, del Centro de Cultura Social y de la Sociedad Naturista Amigos de Nuestra Chácara (2). Un rasgo inequívoco de su personalidad será la solidaridad, por lo que es muy común y frecuente encontrar su nombre en las listas de suscripciones de actividades anarquistas de ese período.
Aunque no escribió artículos para los periódicos O Libertário (octubre de 1960 – marzo de 1964) y Dealbar (septiembre de 1965 – diciembre de 1968), apoyó económicamente las publicaciones y ayudó en su distribución. Félix mostraba con orgullo y satisfacción sus cuadernos de contribuciones personales de los siguientes grupos: Juventudes Libertarias, CNT Española, CNT Francesa (en el exilio) y del Centro de Cultura Social de São Paulo (3).
Después de la implantación de la dictadura militar brasileña, el 1 de abril de 1964, la Sociedad Naturista Amigos da Nuestra Chácara (SNANC) decidió vender su propiedad en Itaim Paulista, para comprar un terreno en Mogi das Cruzes, que sería más apropiado para la continuación del proyecto libertario. Félix siempre es recordado por todos como una de las personas que más trabajó en las mejoras realizadas a Nuestro Sítio.
A principios de 1969, el Centro de Cultura Social de São Paulo cerró su sede, incluso por razones de seguridad, después del decreto del Acto Institucional Número Cinco (AI-5) (4). El peligro supuesto por los anarquistas de São Paulo será corroborado durante los días 8 y 21 de octubre de 1969, cuando el Centro de Estudios Profesor José Oiticica (C.E.P.J.O.), de los anarquistas de Río de Janeiro, fue invadido y asaltado por militares y sus integrantes fueron procesados, arrestados y algunos incluso torturados físicamente.
Durante este período, los militantes de São Paulo se organizaron y recaudaron dinero de forma anónima (por precaución) para ayudar con los costos del proceso militar iniciado contra los anarquistas de Río de Janeiro, que duró hasta 1972. Fue una gran demostración de solidaridad militante, y Félix Gil Herrero volvía a contribuir a esta campaña solidaria. Félix continúa reuniéndose con los anarquistas durante el período clandestino, participando en reuniones en Nuestro Sítio y en la tienda Calçados Cuberos (5).
Tras el fin de la dictadura militar, el Centro de Cultura Social reabrió públicamente su sede el 14 de abril de 1985. En un documento policial, producido por la agencia central del Servicio Nacional de Información, ya en un período de supuesta “democracia”, el nombre de Félix Gil Herrero se menciona como uno de los socios presentes en una reunión del Centro de Cultura Social, realizada el 25 de enero de 1985, en la calle Robertson, número 366, junto a: Rosa Gil Marsal, Vicente Gil Marsal (hijos de Félix), Thais Alvares Lemos, Jaime Cubero, José Carlos Orsi Morel, Wanderley da Silva Oliveira, Nely Simabokoro, Antonio Martínez, Alexandre de Sant Ana, Francisco Cuberos, José Oliva Castillo, Nito Lemos Reis, Nazaré Fernandes Teixeira, Mauricio Tragtenberg, Antonio Ruiz, Lucía Barreto Bruno, João Rojo, Virgilio Dall’Oca, María Celia Pedotti, Liberto Lemos Reis, Oscalino de Assis Filho, Antonio José Lopes, Renato Carvalho de Almeida Filho, Antonio Cuberos, Mariceli Dias Paim Cunha, Cid Gabriel, Diego Giménez Moreno, Livio Tragtenberg, Luis Collado, Antonio Pacio, Clara Dall’Oca, Miguel Castro Orantes, José Augusto Salgueiro, Eduardo Peralta, Salvador Arrebola, Sonia Oiticica y Vilma Aparecida Barban (6).
En abril de 1986, el Centro de Cultura Social de São Paulo, como parte de su programa cultural, promovió una conferencia en la que Rosa Gil Marsal, hija de Félix, entonces psicóloga de la ex-Fundación Estatal de Bienestar de Menores (Febem/SP), disertó sobre el tema: “Las Instituciones de Apoyo a Menores” (7).
Félix también fue uno de los miembros fundadores del Círculo Alfa de Estudios Históricos (CAEH), que fue un importante archivo de documentación anarquista, cuyos estatutos se registraron oficialmente el 18 de septiembre de 1986. Félix también es muy recordado por sus compañeros por tener realizadas varias remodelaciones a la sede de este archivo (8).
En 2006, setenta años después de la guerra civil española, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) encontró una fosa común en Aranda de Duero, en la que identificó que estaba enterrado el cuerpo de Vicente Gil. En 2008, Félix regresó a su pueblo natal para rendir homenaje a su padre y a otras personas que habían desaparecido durante la revolución española (9).
Entre 2014 y 2015 concedió entrevistas a los compañeros del Núcleo de Estudios Libertarios Carlo Aldegheri (NELCA) y donó parte de su colección personal a la Biblioteca Carlo Aldegheri (Guarujá/SP), donde estos materiales pueden ser consultados.
Félix Gil Herrero falleció el 24 de enero de 2022, a los 92 años. ¡Lamentamos mucho el triste fallecimiento del compañero! ¡Se ha ido otro de nosotros! ¡El mundo se pone más triste, aunque él mismo aún no lo sabe!
Compañero Félix: ¡Luchando te recordaremos!
Notas
1 – Como Félix mencionó que Hernández era parte del Grupo de Teatro Social del Centro de Cultura Social, creo que es Pepito Hernández.
2 – Cuando los anarquistas brasileños perdieron su espacio en los círculos sindicales, debido a la represión del Estado Novo (1937 – 1945), un grupo de anarquistas inició la construcción de una hacienda en la ciudad de Itaim, en el interior del estado de São Paulo, que seguirá siendo conocida como Nuestra Chácara. El grupo que administrará Nuestra Chácara será registrado el 9 de noviembre de 1939, bajo el nombre de Sociedad Naturista Amigos de Nuestra Chácara (SNANC).
3 – O Libertário (São Paulo), febrero – marzo 1963, número 16-17, año 3, página 3. Dealbar (São Paulo), octubre – noviembre 1965, numero 2, año 1, página 7. Entre muchos otros números…
4 – El Acto Institucional Número Cinco (AI-5) fue el quinto de diecisiete grandes decretos emitidos por la dictadura militar en los años posteriores al golpe de Estado de 1964 en Brasil. El AI-5, el más duro de todos los Actos Institucionales, resultó en la pérdida de mandatos de parlamentarios contrarios a los militares, intervenciones ordenadas por el presidente en municipios y estados, y también a suspensión de las garantías constitucionales que terminaron por institucionalizar la tortura, comúnmente utilizada como instrumento por el Estado.
5 – Calçados Cuberos, ubicada en la avenida Celso García, numero 725, en el barrio del Brás, era una tienda que vendía zapatos, cuyos socios eran los hermanos anarquistas Francisco Cuberos y Jaime Cubero. En este taller también trabajó María Jiménez (Maruja), compañera de Francisco Cuberos. Después de las horas de trabajo, con el Centro de Cultura Social cerrado durante la dictadura militar, muchas reuniones se realizaban clandestinamente dentro de la tienda. Según Jaime Cubero: “Allí reunimos 30, 40 personas. Incluso tuvimos reuniones con el secretario general de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), con gente de fuera (de Brasil). Fue un punto de referencia”.
6 – Informe confidencial del Servicio Nacional de Información, numero 51386, de 1985, página 6. El Servicio Nacional de Información (SNI) existió durante el período de la dictadura militar brasileña y tenía el objetivo de supervisar y coordinar las actividades de información y contrainteligencia en Brasil y en el exterior. El SNI funcionó como una agencia de espionaje del régimen dictatorial.
7 – Boletín del Centro de Cultura Social de São Paulo, marzo – abril de 1986, numero 4, página 2.
8 – Inserção (São Paulo), boletín del Grupo Proyección, noviembre/diciembre de 1993, numero 1. Proyección era el nombre con el que se denominaba al Círculo Alfa de Estudios Históricos (CAEH).
9 – Folha de São Paulo, 21 de septiembre de 2008. Ver también: Guerra Civil y Violencia Política en Burgos (1936-1943), de Isaac Rilova Pérez, Editorial Dossoles (Burgos), 2001, página 186, cita Vicente Gil Gutiérrez.