Pedro García

Cerrar los ojos para
en la oscuridad quedar,
rodear tu cuerpo
en un inmenso abrazar.


Sentir mi sangre como circula,
cómo me grita en su caminar,
buscando las venas tuyas
para compartir un mismo andar.


Todo lo que tengo es tuyo,
yo no quiero propiedad,
sólo sé que te quiero,
que siempre te he querido
hasta la eternidad.


Compañera del alma
que inmenso tesoro me das,
llenando todos mis poros
de una inmensa felicidad.


¿Quién es más rico,
el que más tiene,
o el que todo lo da?
Y mi pobreza es tal,
que me falta de todo
si tu no estas.


Quién, si no, ilusiona
cada segundo de mi vida,
quién, si no, tú,
que junto a mi respira.

Compartimos miles de noches
de negruras luminosas,
y las albas descubrieron
nuestra manos entrelazadas.


Sintiendo el calor de tu cuerpo
despertó el mío
una tela arrugada
y un suspiro.


Abrí los ojos
y te vi a mi lado,
se transformó mi pesadilla
en un hermoso sueño alado.


Dejemos pasar el tiempo y
que él escape entre nuestras arrugas,
yo sólo deseo estar a tu lado
y en eso, compañera del alma,

no tengo dudas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *