Floreal Rodríguez de la Paz
Venimos de muy lejos, tanto, que se nos olvida fácilmente el origen. Y estamos aquí para recordar, que no tiene que ser exclusiva de científicos, de diplomados en todas las ciencias, ni aun de quienes dan la razón a la Naturaleza. ¡Somos Arte! Pero no de cualquier forma. El futuro todavía no ha sucedido. Es una conjetura que bien puede ser anticipada, predicha, especulada, postulada, teorizada o calculada. Además, es el futuro del tiempo. El futuro es una cuarta dimensión. Se puede dividir el espacio-tiempo en tres regiones conexas: futuro causal, pasado causal y eventos no relacionados causalmente y separados por el evento del presente. El futuro causal es real pero incierto, un conjunto topológico construido a partir de geodésicas emergentes. Pero el futuro no es una región absoluta definida con independencia del observador. En la filosofía del nunca tiempo, es la creencia de que sólo el presente existe y que el futuro y el pasado son inexistentes. Algunas figuras, como los profetas y adivinadores, han alegado poder ver el futuro. La futurología es el arte y práctica de postular futuros posibles. La práctica de la astrología vino del ansia humana de pronosticar el futuro. Los futuros respectivos tendrían lugar después del presente, en los tiempos venideros, lo que viene es el futuro. No obstante, pronosticar es el proceso de estimación en situaciones desconocidas usando métodos probabilísticos. Los métodos de pronóstico econométrico asumen que es posible identificar los factores subyacentes que pueden influenciar la variable que es pronosticada. Los métodos de pronóstico por juicio incorporan juicios intuitivos, opiniones y estimaciones de probabilidad, como en el caso del método Delphi, construcción de escenarios y simulaciones. Se aplica en muchas áreas, como el pronóstico del clima, predicción de terremotos, planeación de transporte y planeación de mercados.
A pesar del desarrollo de instrumentos cognitivos para la comprensión del futuro no puede ser factible. Los esfuerzos actuales, como los estudios del futuro, intentan predecir tendencias sociales, mientras que las prácticas más antiguas, como la predicción del clima, se han beneficiado del modelado científico y causal.
La futurología, estudio de la ciencia del futuro, es el arte de postular acontecimientos posibles, probables y preferibles y las visiones del mundo y mitos subyacentes. Los estudios del futuro buscan comprender lo que probablemente continuará, cambiará y qué será nuevo. Una parte clave de este proceso es la comprensión del impacto potencial futuro de las decisiones hechas por los individuos, organizaciones y gobiernos. Los líderes utilizan los resultados de este trabajo para ayudarse en la toma de decisiones.
“Hay que tomar las riendas del futuro o el futuro tomará las suyas” (Patrick Dixon, autor del libro Futurewise). La futurología es un campo multidisciplinario que estudia los cambios de ayer y de hoy, agregando estrategias legas como profesionales y opiniones con respecto a mañana. Análisis de las fuentes, los patrones y las causas del cambio y estabilidad, intentando desarrollar la previsión y poder planear posibles futuros alternativos.
En el arte y la cultura del futuro, el futuro fue explorado por varios movimientos artísticos, entre ellos el futurista, al comienzo del siglo XX, que exploró cada forma de arte como la pintura, la escultura, la poesía, el teatro, la música, la arquitectura y la gastronomía. Los futuristas tenían un odio apasionado hacia las ideas del pasado, en especial las tradiciones políticas y artísticas. La música futurista hacía homenaje a las máquinas al imitar su sonido.
Rober A. Heinlein, escritor de ciencia ficción, define la ciencia ficción como la “especulación realista acerca de los acontecimientos futuros”, basada de manera firme en el conocimiento adecuado del mundo real, pasado y presente, y en un entendimiento profundo de la naturaleza y el significado del método científico. Se pueden comentar ciertos argumentos, de los cuales se debe acreditar que, si los futurólogos acreditan resultados sobre el futuro, en ningún momento tal criterio científico debe ser utilizado en las ciencias políticas de Estado.