Asaltaron el Parlamento
y se quedaron tan tranquilos.
Dispararon balas al techo
y se quedaron tan tranquilos.
Sacaron los tanques a la calle
y se quedaron tan tranquilos.
Nos metieron el miedo en el cuerpo
y se quedaron tan tranquilos.
Vivieron en la cárcel a cuerpo de rey
y nos quedamos tan tranquilos.
Nos vuelven a amenazar con otro golpe
y nos quedamos, otra vez,
tan tranquilos. ¿Hasta cuándo?

 Miguel Correas

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