Rafael Sánchez García
La detención del cantante de Rap Pablo Hasel ha sido el detonante que ha hecho salir a lxs jóvenes, y no tan jóvenes, a ocupar las calles en nuevas manifestaciones a lo largo de la geografía española.
Lxs jóvenes, y no tan jóvenes, han salido a manifestarse para denunciar la falta de Libertad de Expresión que se padece en España. Aquí sólo la hay para que digas lo que el Estado y todxs sus defensores quieren oír. Si te metes con la monarquía corrupta, por ejemplo, acabas en la cárcel como Pablo Hasel o en el Exilio como Valtonic, o la gente del mundo del arte y la creatividad autocensurándose por lo que pueda pasar. La detención de Pablo Hasel ha sido la gota que ha colmado el vaso de un cúmulo de problemas que se arrastran en España desde hace ya demasiado tiempo.
En España el paro juvenil es el más alto de toda Europa; la situación para acceder a la vivienda es insoportable económicamente, el coste económico de los estudios es muy alto y los puestos de trabajo cada vez son más precarios, con horarios interminables y salarios de auténtica miseria, es decir, que aunque un joven tenga un puesto de trabajo no puede acceder a una vivienda, teniéndose que juntar varixs para compartir una. Además, hay que sumar la corrupción política y empresarial, el ascenso de la extrema derecha, jaleada por muchos medios de comunicación, y su impunidad para hacer y decir lo que le viene en gana sin que para ellxs haya cortapisas en la libertad de expresión. Si a esto le añadimos, en este momento, un año de pandemia, con todo lo que trae aparejado de falta de movimiento y de interacción social, tenemos una gran bomba de relojería que por algún lado tenía que explotar, y la explosión la han provocado el Estado y sus altas judicaturas al detener a Hasel al día siguiente de las elecciones en Cataluña, donde, una vez más, los partidos independentistas les han vuelto a ganar las elecciones con más votos que la vez anterior, con lo que las derechas y la “izquierda” socialista ven peligrar la “unidad sacrosanta de su patria”. Y por fin la juventud, consciente de todos estos problemas, ha estallado y ha vuelto a tomar las calles de pueblos y ciudades de España. Y digo por fin, porque ellxs son, acompañadxs por el resto de ciudadanxs y trabajadorxs, los que tienen que poner en jaque a un Sistema en el que sólo pueden vivir aquellxs que detentan la riqueza y el poder, amparadxs por unos ejércitos y unas fuerzas de seguridad que sólo están para proteger los intereses de sus amos, olvidándose, estos mercenarios, que son hijos del pueblo que ejercen la represión cuando ese pueblo sale a las calles a defender su dignidad y a reclamar justicia social.
Y como no, cuando han salido a la calle no ha quedado más remedio que utilizar mobiliario urbano, containers principalmente, para defenderse de los que realmente van organizados a las manifestaciones, que es la policía. Los manifestantes no van organiadxs, no llevan pistolas, fusiles, furgonetas blindadas y otras lindezas. Generalmente, las manifestaciones comienzan pacíficamente hasta que la policía comienza a cargar contra los manifestantes, por tanto, no queda otro remedio que la defensa haciendo barricadas con containers, que son las barricadas con las que parar a la policía. Y hete aquí, que la salud de los pobres containers es la gran preocupación del Estado, la Patronal y la gran mayoría de tertulianos que, a lo largo de la geografía española, copan los platós televisivos y de radio, de los cuales viven del cuento, sin dar palo al agua, y opinando de absolutamente todo como si profesionales de todo fuesen. Prácticamente nada les ha importado, porque hablan poco de ello, que un nazi intentara quemar vivo a una persona sintecho en Barcelona, que los nazifascistas en Madrid hicieran apología del terrorismo, en un acto de homenaje a la División Azul, que luchó junto al ejército de Hitler en Rusia, y, además, dijeran que de todos los problemas los responsables eran los judíos. Y esta gente sigue paseándose tranquilamente por la calle y no se les detiene y se les mete en la cárcel como han hecho con Pablo Hasel.
Pocos en este país sacan a debate, en los platós televisivos y las radios, el por qué lxs jóvenes son capaces de mostrar tanta rabia y ser capaces del empleo de la violencia ante los ataques que sufren por parte de la policía cuando salen a protestar. Aquí, en Barcelona, la única preocupación, para la patronal Fomento del Trabajo y el gremio de hoteles, entre otrxs, es la imagen que va a quedar de Barcelona después del pillaje en algunos comercios del Paseo de Gracia y la quema de containers. Para ellxs, la miseria, los desahucios diarios a consecuencia del paro, el paro y la gran cantidad de seres humanos, cada vez más y más jóvenes, que han de dormir en las calles, no es motivo de preocupación para la imagen de Barcelona. Son todxs unxs hipócritas que no merecen vivir porque para ellxs sólo tienen derecho a una vida digna todxs lxs que son como ellxs y, por supuesto, aquellxs pobres que deciden venderles su dignidad, por un miserable salario, haciendo de matones y represores contra los de su misma clase y pobreza.
Una vez más, Barcelona, principalmente, ha vuelto a ser la punta de lanza de tanta rabia y de tanta miseria acumulada por un pueblo y una juventud que está harta de vivir en un país en el que la extrema derecha, heredera y añorada del franquismo asesino, que nunca se ha ido, que sigue manejando los hilos de la economía y de las cloacas del Estado y que campa por todo el país como Pedro por su casa, haciendo y deshaciendo lo que quiere porque sabe que las altas judicaturas del Estado no los van a condenar, como ya se ha demostrado en innumerables ocasiones. Pero lo triste, es que un Partido Socialista se haya vendido tan bajo y de forma tan miserable a estas élites del poder y la economía provenientes del franquismo, del cual todavía no hemos salido, a pesar de que continuamente se nos venda, desde la derecha y la izquierda, que España es una de las democracias más afianzadas del mundo. Permitidme que me ría a carcajadas. Personalmente me gustaría saber, imagino que en el futuro igual lo sabremos, a que obliga el Pacto de la Transición para que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se junte con VOX y el Partido Popular a la hora de defender a la monarquía, impuesta por Franco, o ciertos intereses antisociales del Estado.
Dijo Bakunin que “El Estado es la autoridad, el dominio y la fuerza organizada de las clases propietarias, que se dicen iluminadas, sobre las masas. Esto garantiza siempre: en unos la riqueza, en otros la miseria. En unos la libertad fundada en la propiedad, en otros la esclavitud, consecuencia fatal de su miseria”. Esta frase define claramente la situación que vivimos en estos momentos, es decir, el mayor enemigo de la libertad, cuando se siente amenazado, es el Estado y sus fieles defensores y vividores, que no dudan en emplear la violencia y la guerra sucia para desacreditar las justas reivindicaciones de un pueblo que ha dicho ¡BASTA! Y para ello, cuando ya van varios días de protesta, no duda en hacer lo que sea para desacreditar, ante el pueblo bobo y sumiso, los gritos de JUSTICIA SOCIAL. Y esto se ha visto, como en otras ocasiones ha ocurrido, haciendo pillaje en las tiendas por individuos que, como en otros casos hay grabados, pertenecen a esos cuerpos y fuerzas de seguridad para el Estado, les es necesario, para poner a la sociedad en contra de las protestas, que empiecen los robos y las violencias sin ton ni son, como han hecho en Barcelona y como hicieron, en 1978, quemando la sala de fiestas Scala, de Barcelona, para acabar con la CNT. Lo raro no es que ardan los containers en algunas ciudades, sino que no esté ardiendo todo el país, porque la situación de miseria que vivimos no es para menos. Desde hace mucho tiempo están vendiendo el país a los capitales extranjeros, que se están quedando con todo, y que, en el caso de la vivienda, está haciendo que lxs ciudadanxs se tengan que marchar a vivir fuera de las ciudades porque en ellas los precios son inasequibles para cualquier trabajadora. Esto es insostenible y ha de reventar por todos los lados.
Como era de esperar, la policía catalana, que tiene entre ojo y ojo al movimiento anarquista, ha conseguido lo que quería, es decir, cargar el muerto de la violencia al movimiento anarquista, al cual ya había intentado acusar como terrorista en casos y montajes anteriores, el último el Caso Pandora. Todos esos casos fueron archivados por los tribunales porque no había pruebas, pues las únicas armas de destrucción masiva que encontraron fueron libros y propaganda. No es la primera vez que las policías, cuando quieren acabar con cualquier Movimiento Social, preparan un montaje para cargarles el muerto. La Historia está llena de lindezas estatales y policiales al respecto.
Ahora, sólo es deseable que estas explosiones de rabia se mantengan en el tiempo y que el pueblo despierte de una puñetera vez y tome conciencia de que ha de dejar de ser comparsa de unxs políticxs que sólo lo necesitan para que los voten y los legitimen para trabajar para los poderosos y contra los intereses del pueblo que los pone en el Parlamento. La Libertad no se pide, se coge y se ejerce porque es parte intrínseca del ser humano y, por tanto, esa Libertad no puede estar a expensas del mamarracho de turno que ocupe el Poder. Hay que luchar, como hicieron generaciones anteriores, por la Justicia Social e intentar llevar a la práctica una sociedad basada en la Solidaridad, la Libertad y el Apoyo Mutuo. Todo lo demás será ponerle parches a un Sistema que nos está llevando a la autodestrucción y la muerte en su locura por incrementar sus capitales a costa de quien sea y de lo que sea.