Manel Aisa Pàmpols
Muchos de los habitantes de la Tierra siempre han vivido en una permanente crisis, generación tras generación, y que hoy por hoy es más evidente que hemos entrado en la era del Colapso, ese constante parchear de aquéllos que nos condicionan la vida y nos marcan unas pautas a seguir, mientras tanto el cambio climático está en nuestras narices y ya hace tiempo que muchos sobreviven como pueden a él. Pero por el momento necesito entender que está pasando y cuál es o puede ser la reacción del anarquismo con experiencias que he utilizado de alguna manera en mi trabajo sobre anarquismo y municipalismo como es el caso del libro de John Zerzan, y su anarquismo primitivo, o el mismo Murray Bookchin, y toda su obra tiene mucho sentido, al menos para mí, y otros textos del movimiento libertario, o de reflexión próximas editados por la editorial Icaria, o similares, sobre el cambio climático, los comportamientos sociales, en definitiva, supervisar nuestro comportamiento como especie en el Planeta tierra.
Nos recuerda el autor, que en su libro sobre el Colapso no se trata de la sexta extinción, que en definitiva es la ruptura que tanto están esperando o hablando los expertos sobre la materia, sino que él, desde su percepción, está hablando de un período de desaceleración un tanto forzado por el comportamiento humano irracional y el pulso que en este período prevé que se dará entre los humanos (1).
Una de las cosas más evidentes, el agotamiento de los recursos naturales, a todos los niveles, ya está científicamente reconocido y el agotamiento es real y los recursos no son ilimitados como hasta ahora el sistema capitalista argumentaba (2).
Taibo observa que hoy en día los seres humanos no son más que piezas de un macabro juego que, de alguna manera, mueven los dirigentes del sistema capitalista (3).
Después llegan las cifras preocupantes de la subida del nivel del mar y de los kilómetros y kilómetros que cada año quedan desertizados del planeta (4). Y nos advierte que hoy en día utilizamos dieciséis veces más energía que a principios del siglo XX, y uno se pregunta ¿cuáles son las necesidades que realmente necesitamos y qué nos sobra? (5)
Nos pone en antecedentes e informa de proyectos innovadores que al menos mi raquítica imaginación era incapaz de pensar, que hay un proyecto, no sé si actualizado, de enviar a la atmósfera misiles portadores de componentes que permitan refleja la luz solar convenientemente para que esta energía, a través de la luz, pueda reducir la temperatura de la tierra (6).
Y hace Taibo una reflexión que recoge informaciones, que provienen de la civilización termo industrial, con la que se asegura que en caso de que hoy en día no se emplearan las energías principales como el petróleo, carbón y gas natural, se estima que un 67 por ciento de la población mundial perecería, lo que evidentemente, si es así, podemos entender que no podemos prescindir de estas energías, pero al menos debemos intentar racionalizar su uso (7).
Otra de las referencias, que a partir de la lectura del libro conocemos, es que un barril de petróleo tiene una energía equivalente a 25.000 horas de trabajo humano siempre que sea extraído de forma barata, también contando con un almacén y un sencillo transporte, y luego falta la manipulación, para convertirlo en las diferentes materias que da oportunidad este mundo del oro negro, en infinidad, de productos de la sociedad de consumo (8).
Después, nos señala el pico del petróleo y nos marca los diferentes estudios que han hablado de esta materia, y el más optimista vemos que es de Juan Laherrère, que señala el 2015 como el momento en que la producción del petróleo comienza a bajar, y cuando baja, baja más rápido de lo que ha subido, por lo tanto, habrá que pensar en otras energías baratas en cualquier momento (9).
Otro de los datos que nos aparece en el libro, y que no tenemos que pasar por alto, por Jeremy Rifkin, dice que Francia necesita el 40 por ciento de su agua de consumo para enfriar los reactores nucleares, y que esta misma agua, recalentada, vuelve a ríos, lagos y embalses lista para su consumo (10).
Por el momento encontramos una pregunta en dos direcciones, que en algunos momentos podemos entender que van a la par, pero que en realidad son dos cosas completamente diferentes y que hay que reflexionar sobre las dos, y no tanto elegir una, sino más bien ver con una cierta consciencia, y del otro, según John Zerzan, es irreversible, me refiero naturalmente al cambio climático, que es, en definitiva, nuestra dañina actuación como especie (11).
Hay personas que esperan que el agotamiento de las materias primas sea una buena noticia para el cambio climático, y entiendo perfectamente, y comparto, esta buena y breve noticia que nos puede dar elementos para creer que se puede corregir el cambio climático, aunque sea por sí mismo, hablando del agotamiento natural (12).
Parece ser que, en un momento dado, la población del planeta oscilará, el 2035, entre los 7.400 y 7.500 millones de personas, mientras que otros estudios dicen que la población continuará creciendo y, en 2050, se llegará a los 8.900 millones de personas (13).
Taibo, pone sobre la mesa que la Tierra tiene capacidad para dar de comer y vivir a 23.000 millones de personas, pero si estas personas quieren vivir con las condiciones que plantean muchos de los habitantes del norte, con sus correspondientes vicios consumistas, este mundo sólo puede alimentar a 800 millones (14).
Otro dato escalofriante: cada día mueren en este planeta entre 35.000 y 40.000 personas de resultas del hambre y sus enfermedades (15).
Y siguiendo las cifras y los porcentajes nos dice que unos 1.400 millones de personas no tendrán agua potable en 2025, y que para el año 2050, como mínimo, unos 2.000 millones de personas tendrán que emigrar de su lugar de residencia por el tema del cambio climático. Esto representa un porcentaje muy elevado cuando contrastamos las conocidas estadísticas de 2008 (16).
La gran mayoría de los mortales del primer mundo confían en la potencialidad de la tecnología y que esta será capaz de resolver los problemas ambientales que ella misma ha generado, pero creo que se equivocan, eso no significa nada más que aquel que provoca el problema no es más que la causa del problema y no la solución (17).
Siguiendo el tema del crecimiento económico, en el año de 2050 el PIB mundial dicen que será de 172 billones de dólares, frente a los 43 billones de hoy en día, esto lo único que nos indica es que de seguir con la misma dinámica unos años más, un puñado de preguntas y cuestiones traducidas podría ser de cuántos grados más de temperatura tendrá qué subir el clima de la tierra, es un despropósito continuar en la misma dirección (18).
Una cosa curiosa que recoge Taibo, de su amigo Fernández Durán y González Reyes, es un tanto espectacular cuando nos dice que hay indicadores que hablan de que la era , Internet desaparece y como máxima tecnología tendremos la Radio; esto hoy en día cuesta creer, al menos en este momento, ya que la mayor parte de la población sigue apostando que la involución es algo impensable. Y nos hablan de la revolución tecnológica (19).
Luego nos habla de Künstler, ya que éste hace la reflexión de que muchas de las grandes empresas dejarán de existir, pero una multinacional, como es la Iglesia, en situaciones de desesperación probablemente saldrá beneficiada, y no estamos hablando de una iglesia, sino de muchas congregaciones que encuentran su beneficio en los momentos de extrema gravedad (20).
Necesitamos socializar nuestras vidas, con una vida comunal y asociativa que debe enriquecer nuestras existencias; la ciudad hoy, como lugar, ha perdido el interés de lo saludable (21).
Las ciudades son el escenario más adecuado para desplegar la democracia representativa que gusta al capitalismo, o sea, el lugar propicio para engañar a las personas (22).
Aunque la cantidad de habitantes de una ciudad no es un dato definitivo podemos decir que los núcleos urbanos a los que aspira una sociedad sin excesos bien podrían estar en los alrededores de 20.000 personas, aunque hay estudiosos del tema que nos hablan de un máximo de 200.000 habitantes (23).
Todo da a indicar que después del Colapso en el mundo rural será algo más fácil de convivir que en el espacio urbano en estas condiciones, sobre todo en aquellas comarcas con menor densidad de población y más alejadas de los centros urbanos importantes (24).
El cambio climático traerá, sin duda, si antes las personas no han apostado por una socialización de sus vidas con unos valores de solidaridad y de apoyo mutuo, y las dificultades que ello conlleva hasta que no haya un rodaje adecuado y una práctica cotidiana, una crisis que provocará enfermedades, el deterioro del sistema sanitario al igual que un deficiente sistema alimentario, con la ausencia de proyectos de futuro (25).
El triunfo absoluto del individualismo confirma los peores pronósticos para la salud de la Tierra (26).
El Postcolapso, se caracteriza por la recuperación de energías que parecían obsoletas. Antes hemos comentado que la radio volverá a ser uno de los elementos más importantes de la información por falta de energía y de tecnología en condiciones (27).
*Colapso. Capitalismo terminal, Transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo, ed. Catarata, 2016
Notas
1.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.26
2.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.41
3.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.57
4.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.58
5.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.58
6.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.60
7.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.63
8.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.69
9.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.70
10.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.81
11.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.85
12.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.86
13.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.92
14.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.94
15.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.95
16.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.97
17.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.111
18.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.117
19.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.123
20.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.126
21.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.131
22.-Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.132
23.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.133
24.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.138
25.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.139
26.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.145
27.- Colapso Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Carlos Taibo Catarata 2016 P.149