Reynado Guevara
¿Evo Morales fue destitu huído?
El abrupto final del desgastado gobierno del Frente Popular Andino, representante del imperialismo francés y español.
Los medios de información del mundo entero vienen mostrando el caos en las principales ciudades bolivianas y chilenas. A principios de año eran las mismas imágenes, pero en Venezuela y hace poco en Ecuador. Nadie puede dudar que el continente sudamericano cruje desde sus cimientos.
Del otro lado del mundo, las mismas imágenes en Beirut, Bagdad, Hong Kong y tras el atlántico: Cataluña y recientemente Teherán, en el Medio Oriente. Se quebró “la paz, el orden y la gobernabilidad” mundial y continental anhelada por las grandes transnacionales depredadoras. Ya nada será igual. Viva la rebelión de masas y la autoorganización revolucionaria.
Quién pretenda encontrar “apoyo crítico” en alguno de los bandos burgueses que se disputan el poder político en Bolivia, en esta breve nota, pierde su tiempo. Su autor, es declarado enemigo de la pseudo teoría política de “campos” inventada a principios del siglo pasado por la vieja socialdemocracia europea traidora/corrupta, y más tarde popularizada por Stalin, Mao Tse Tung, Mandela y los hermanos Castro.
Con este engaño lograron estafar y llevar a la derrota las luchas del mundo de los últimos 85 años. Es decir, son los médicos y enfermeros del sistema capitalista internacional. Lo afirmo, aunque exista gente honesta a la que les duela leer esto, pero es la verdad. Y la verdad nunca es indolora.
Que confortable y hermoso es escribir lo que se piensa sin que exista patrón, jefe, gerente, director ni burócrata “secretario general” que imponga opresión, caprichos y censura.
El costo para disfrutar de este derecho es no deberle favores a ningún parásito con poder económico y político, de esta sociedad burguesa, y aguantarse a sobrevivir, incluso como un paria más, en el submundo de la economía llamada “informal”.
Es magnífico escribir, bien o mal, con la intensión de aportar un “granito de arena” a la liberación de la clase trabajadora internacional, pero en función sólo de las convicciones y la conciencia de quién se hace responsable del texto.
Porque, es ineludible que las ideas refracten intereses materiales. Es la existencia quién moldea la conciencia y por ello es inevitable entonces alinearse con tal o cual clase social, estrato o sector de la sociedad burguesa. Yo elijo estar incondicionalmente del lado de los parias, que producen la riqueza, de los que ponen el pellejo diariamente y que son los que no tienen derechos, y cuando los consiguen tener, levantan las manos ejerciendo la democracia directa y engendran revoluciones.
¿Qué hay detrás de la campaña de “humo” internacional de la prensa sobre si hubo golpe o no, en Bolivia? ¿Cómo se puede explicar que “el bando progresista” y “el golpista” defiendan y se sometan a la misma Constitución bonapartista reaccionaria boliviana de 1826-2009? Muy similar a lo que sucede en Venezuela.
El sol puede ser ocultado o eclipsado, pero apenas fugazmente. En el Altiplano boliviano se viene gestando un Tsunami político que está despertando y dando sus primeros pasos. Este huracán político histórico se llama: Revolución política de masas con el desgastado gobierno de Frente Popular perfumado desde París y Madrid. Se quebró el engaño y la demagogia gubernamental, la mayoría explotada boliviana no solo dejó de creerle a Evo, sino que se ha ganado un merecido odio de clase.
Desde las más estériles sectas políticas, hasta las transnacionales imperialistas y sus enormes medios de prensa mundial tiemblan de miedo. Saben que ese Tsunami, si se desarrolla, traerá nuevamente el fantasma revolucionario de 1952 y sus Tesis de Pulacayo. Saben que, si expulsan a los proxenetas que se han apropiado de la COB, pueden tomar el Poder en sus manos e instaurar un gobierno de sus propias organizaciones de lucha, controladas bajo el rigor de la democracia directa. O sea, un gobierno revolucionario obrero y campesino.
¡Vivan las masas explotadas rebeldes del altiplano carajo!
Ascenso y ruina del Gobierno del MAS.
Yo afirmo que Evo Morales llegó al gobierno de Bolivia con el apoyo de las masas trabajadoras aymaras y collas discriminadas desde la colonización española. Me guste o no, ese fue un hecho de la realidad. Millones de obreros mineros, campesinos pobres y acomodados, y un amplio sector de las clases medias urbanas del altiplano boliviano y el chapare le dieron su apoyo durante su primer y segundo mandato.
La COB sepultó su independencia política de la burguesía y del estado que conquistaron -con mucha sangre obrera derramada – desde 1952, con sus Tesis de Pulacayo, y se transformó en una oficina del gobierno de Evo.
A cambio de semejante traición, los burócratas mineros usurpadores de la COB, recibieron los ministerios de Minería, Trabajo y Prensa. Nadie quiere recordarlo.
Nadie me lo contó, me duele reconocerlo, pero fue así, porque pude constatarlo. Incluso luché para que ello no suceda, y fui derrotado tácticamente junto a un puñado de activistas que aprendimos a luchar en el movimiento obrero internacional adoptando las Tesis de Pulacayo, que enseñan una orientación política independiente de las clases explotadoras y sus distintos regímenes. Debo decir también que subestimé la perspicacia de la burguesía porque aposté a que la duración de ese golpe político fuera más corto y resultó que se prolongó hasta casi una década.
En el 2005-2006, millones le creyeron a Evo cuando decía que se había terminado con la humillación imperialista racista, encarnada en la burguesía oriental blanca Camba. A regañadientes, aceptaban al “culito blanco” de Linera, como vicepresidente, porque les ocultaron que era el director en Bolivia de Le Monde Diplomatic, un representante del imperialismo francés y sus intereses en Bolivia. Nadie puede demostrar lo contrario, aunque exista gente que no lo quiera ver sin cerrar los ojos, porque sus sentimientos los traicionan. Descarto a aquello/as que lo supieron y luego padecieron “amnesia”, eso/as que sigan viviendo con su mal oliente conciencia.
También es indiscutible que Evo terminó de asentar su régimen bolivariano con el boom de los sobreprecios de los commodities, que empezara desde 2009 hasta 2014, junto a la cruel derrota que les infringió a los sectores explotados que se opusieron a sus planes políticos de precarización laboral. Pero mi memoria me dice que la primera ruptura política con el MAS de Evo fue en el 2010, y la encabezaron los obreros fabriles de La Paz, que se rebelaron cuando su gobierno decretó que el tope del aumento salarial sería el 5%. El gobierno de Frente Popular mostró sus “garras Banzeristas” y los reprimió cruelmente hasta derrotarlos. Recuerden que la primera Huelga General fue en mayo del 2013. Parece mentira. Nadie quiere recordarlo.
Luego llegó otra crisis política, cuando masacró a los campesinos pobres del TIPNIS (septiembre 2011), para construir una ruta nueva y barata para las grandes empresas de transporte que unirían a Bolivia con Brasil.
Pero no paró ahí la bonapartización de Evo, aplastó las huelgas mineras de Huanuni, Catavi, Siglo XX, etc. Fue el ejército asesino Banzerista y la policía quién reprimió y torturó a los activistas obreros. Quién lo niegue, o crea que soy un calumniador, aun ahora puede encontrar esas informaciones en Google.
Estas brutalidades las cometían Evo y su pandilla mientras le hacía concesiones económicas a un sector de la aristocracia campesina conocida como los “Ponchos Rojos”, a pequeños empresarios y a comerciantes urbanos.
Le sobraba impunidad, porque los proxenetas de la COB eran ministros, a cambio de ocultar y callar las atrocidades del gobierno y las grandes mineras.
Formó también una casta de asalariados estatales, que luego fortaleció trayendo profesionales de Cuba, para ganar una base social estable de clase media. A los desocupados hambrientos les daba de comer a condición de que fueran tribuna en sus actos políticos, y que se mantuvieran alejados de los grandes sindicatos y federaciones que conforman la COB.
Paralelamente, fabricó una burguesía contratista del Estado, 100% parásita y estafadora, que cubría los rubros de la construcción, insumos de materiales para la administración, etc. A esto lo denominaron: Capitalismo Andino Amazónico. Estado Pluricultural.
Toda esta colorida y sonora publicidad política era para engañar a las masas revolucionarias que venían de derrocar al gobierno de “Goni” (Sanchez de Lozada) en 2003, y que estuvieron rasguñando el poder, frente al Palacio Quemado en Plaza Murillo. La tarea de los gobiernos de Frente Popular es esa, abortar la revolución. Con zanahoria, engaño y garrote/balas.
Las FF.AA. asesinas decoradas por el MAS
Evo cuidó celosamente a las FF.AA. genocidas banzeristas; en las penumbras dio de baja a algunos generales viejos y excesivamente odiados por las masas, pero preservó a la oficialidad asesina. Lo mismo hizo con el aparato rancio del poder judicial. Disfrutando tener mayoría propia en el congreso.
A medida que fue asentando el nuevo régimen “plurinacional”, el tiempo le jugaba en contra. Lo resolvió reformando la retrógrada constitución de 1826, y para ello organizaron una Asamblea Constituyente que sesionó por tres años. Esta “nueva Constitución” entró en vigor en 2009-2010, logrando así legalidad para poder reelegirse.
Pero tras las pinceladas progresistas que dicha reforma contuvo, por ejemplo, asignándole más derechos al pueblo pobre y discriminado y una cuota un poco mayor obligatoria de regalías hidrocarburíficas al Estado, ocultaron una tremenda monstruosidad bonapartista: La institución “guardiana” que debía velar por las garantías democráticas, en caso de existir alguna crisis de gobernabilidad, ¿adivinen quiénes serían?, serían las FF.AA. banzeristas. Nadie lo quiere decir ahora ni recordar. “Progresistas” y “Fascistas” lo ocultan porque no les conviene que este delicado asunto lo sepan las masas.
Si la historia de nuestro continente está llena de groserías, en Bolivia todo es grotesco. Porque el Estado está hecho para facilitarle a las transnacionales mineras, y ahora petroleras, que puedan depredar a gusto y antojo.
Si aún te queda capacidad de asombro, te cuento que también quedó legislado que podría hacerse cualquier recambio presidencial, por distintas razones (enfermedad, muerte, renuncia, etc.), siempre que el Tribunal Supremo Electoral reconozca a las máximas autoridades del Senado como sustitutos naturales a ocupar el cargo de presidente interino, para que en un plazo no mayor a los 90 días convoque a nuevas elecciones nacionales.
Esta Constitución bonapartista andina -donde el presidente y las FF.AA. detentan un poder cuasi monárquico- está hecha a la medida de los saqueadores petroleros/mineros europeos y yanquis. La hicieron pasar como “revolucionaria y antiimperialista” y “progresista y multicultural”. Porque con la trampa de la Asamblea Constituyente la decoraron con un sinfín de artículos que, por primera vez, reconocen formalmente las distintas etnias del territorio boliviano, con su bandera Wiphala, pero al ser abstractos y genéricos terminan siendo un mero aspecto demagógico y decorativo a esa vieja y rancia constitución de hace dos siglos.
La burguesía racista Santacruceña ocupa la presidencia
Actualmente le sobran razones jurídicas, a la burguesía racista Camba, para justificar las atrocidades que están haciendo. Esa Constitución arcaica está hecha para eso. Jeanine Añez ocupó la presidencia sin que el Congreso apruebe la renuncia de Evo, debido a que no había Cuórum, porque los senadores del MAS no se presentaron. Bastó que el Tribunal Supremo Electoral -el mismo que anuló los resultados del plebiscito que perdió Evo para la nueva tetra reelección- diera su aprobación. Es un mecanismo “tan democrático” como el del Vaticano para elegir al Papa.
Nadie debe asombrarse de ello; lo que resulta descarado es que quienes se dicen “progresistas”, “demócratas”, y hasta falsos “revolucionarios” ahora escondan su apoyo a esta Constitución de la “época de las cavernas”; avergonzados porque la han sostenido desde hace una década. Cínicos.
Evo: entre el pánico de terminar como De la Rúa y Gadafi
Cuando el gobierno de Frente Popular pierde el control bonapartista de la clase trabajadora, los campesinos y la juventud estudiantil, viene la revolución o el fascismo. Lo demás es engaño.
Desde hace dos años el proceso de ruptura o de revolución política, contra el gobierno del MAS, ha sido ruidoso e incesante. Eso explica la ausencia de los batallones de mineros, campesinos pobres y estudiantes a la hora de “defender” al gobierno. Hasta la cúpula de la COB debió reacomodarse y alejarse del gobierno. Y fue la primera en pedirle la renuncia públicamente a EVO. Los medios de prensa lo ocultan alevosamente. Luego se sumó la Iglesia, las FF.AA. banzeristas, la Federación Estudiantil, etc. Evo se quedó más sólo que “Hitler en el día del amigo”.
Por ello no esperó a que le aceptaran la renuncia y salió huyendo. Como lo hiciera De la Rua en el 2001 argentino, para evitar terminar colgado en la Plaza Murillo, como le sucediera al libio Gadafi y toda su familia. Pero no por las bandas burguesas racistas Cambas, sino por la clase obrera y el pueblo pobre. Si no fuera así, ¿Por qué no se refugió en Huanuni? O, ¿En cualquier otro pueblo minero? ¿Por qué no organizó una milicia minera, con dinamita en mano, contra las FF.AA. banzeristas?
Sencillamente porque los mineros de base lo odian. Bajo sus 12 años de gobierno vieron perder las conquistas de un siglo sangriento de lucha. Nadie lo dice, pero es la verdad.
Hay que expulsar a los dirigentes traidores de la COB.
Evo demostró que le tuvo más miedo a la irrupción que venía de la clase trabajadora boliviana que a la burguesía Camba. Pretende así que el trabajo sucio de masacrar al pueblo explotado lo haga la “burguesía fascista”. Está por verse, en esta guerra de clases, quién triunfará.
Apostaré a que la clase obrera, asalariada y estudiantil junto al campesinado pobre, estrechen filas para expulsar a todos los dirigentes colaboracionistas que viene de sostener al gobierno. Que conquisten sus organizaciones departamentales de lucha, que reine la democracia directa y que nuevamente la COB retumbe en La Paz con sus dinamitas y sus milicias obreras, como en 1952. Pero esta vez ocupando y tomando el poder en sus manos. Conquistando un gobierno Obrero y Campesino auténticamente revolucionario, sólo así las riquezas mineras e hidrocarburíferas estarán al servicio del martirizado pueblo trabajador boliviano. Que no dudará en llamar a sus hermanos chilenos a que sigan su camino.