Para no ser derrocado por la lucha histórica que venimos dando, Piñera se sostuvo en los oficiales de las FF.AA. y en los pacos, decretando el Estado de Emergencia y el Toque de Queda del 18 y 19 de octubre. Culpando al “vandalismo” y “destrucción” intentó sembrar el terror en las masas que salían a luchar, pero fue justo en el momento en el que las clases medias, que en el pasado lo apoyaron, por su empobrecimiento y precarización, le restaban su apoyo y en todo el país se unían a la movilización de los trabajadores y el pueblo.
Por eso fue inmediato el repudio generalizado a que los milicos salieran a la calle a reprimir a quienes estaban en lucha. Si Piñera y las FF.AA. no pudieron realizar una masacre, aplastándonos y derrotarnos con el fuego de sus fusiles, fue por la indignación de millones que tomamos las calles y encaramos a los milicos como represores y asesinos de su pueblo, denunciando que salían a las calles como en la dictadura de Pinochet. A su vez, lo multitudinario de la movilización arrastró a la lucha a las familias y amigos de los conscriptos que la oficialidad asesina mandaba a las calles. Así se quebró su moral y se redujo su poder de fuego, por lo que el 27 de octubre tuvieron que quitar el Estado de Emergencia.
Sin embargo, esto no cambió el carácter de asesino y represor del pueblo de Piñera y el régimen Pinochetista en defensa de las ganancias y propiedad de las transnacionales imperialistas, la patronal nacional y del poder burgués y sus instituciones opresoras. Según cifras estimativas (1), los asesinados por los milicos, los pacos y la PDI ya suman 24, 20 desaparecidos, más de 3 mil los heridos (160 con daños oculares, de los cuales 26 sufrieron mutilación ocular), y más de 4.300 detenidos; las querellas por torturas son 133 y 40 por abusos sexuales.
Ante esto no faltó la aparición del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), organismo creado por el régimen para canalizar hacia las instituciones del Estado el justo odio que despiertan las sistemáticas intervenciones del Estado, con sus aparatos represores, sobre las luchas de los trabajadores y el pueblo explotado. Y aquel es el papel que ha jugado en los hechos ocurridos los últimos 20 días, reduciendo las cifras, desmintiendo denuncias que cuentan con evidencias y callando muchos de los escalofriantes actos de represión de las fuerzas del Estado, intentando contener la ira que despierta en las masas semejante reacción. Para reforzar esa política se han hecho presentes los veedores de derechos humanos de la ONU, que mandó a Bachelet, quienes al finalizar su misión le estregarán recomendaciones a nuestro verdugo: Piñera.
Sólo podremos derrotar la brutal represión si echamos abajo al jefe de la máxima institución represiva del Estado, las FF.AA. y los pacos, que bajo la constitución del ’80 es el presidente de turno, o sea, Piñera. Mientras esté gobernando, sus fuerzas represoras no dudaran en intentar sembrar el terror con nuevos asesinatos, heridos, desaparecidos y una ola de detenciones.
Es necesario tener una política independiente de los organismos estatales y sus instituciones para abordar cada uno de estos hechos de terribles asesinatos y represión. Desde las organizaciones de clase y populares debemos coordinar la lucha por la libertad de todos los detenidos y procesados, mantenidos como rehenes de nuestra lucha por el Estado. ¡Esa es una misma lucha con la de salarios y pensiones dignas, educación y salud gratuita, etc., ¡y por echar abajo a Piñera!
¡Libertad inmediata e incondicional de todos los luchadores de la sublevación del pueblo trabajador chileno, detenidos por las fuerzas del Estado! ¡Libertad para David Veloso, el joven militar que se negó a participar del Estado de Emergencia para no reprimir a su pueblo! ¡Libertad a Roberto Campos, en prisión por ser parte de quienes iniciaron la lucha contra el alza del Metro de Santiago!
¡Aparición con vida de todos los desaparecidos del Estado de Emergencia y Toque de Queda y durante toda la represión desatada por el Estado asesino!
¡Desprocesamiento de todos los enjuiciados por luchar en la justicia burguesa!
Es necesario que las organizaciones de lucha e independientes que han estado a la cabeza de la lucha conformen una comisión investigadora independiente para esclarecer los actos de provocación y montaje realizados por la inteligencia del Estado como intento de justificar la represión pinochetista.
Hay que echar a Piñera del gobierno y meterlo preso a él y a todo su gabinete, a la alta oficialidad de las FF.AA., a los pacos y los jueces de la justicia pinochetista. Sólo así se puede lograr hacer justicia y evitar más represión al pueblo chileno.
De esa forma podremos avanzar en disolver a los pacos asesinos e impedir nuevos toques de queda donde los milicos asesinan al pueblo. Se podrán conquistar organismos de autodeterminación y democracia directa del pueblo trabajador, que tomen en sus manos el destino de la nación, peleando por un Gobierno de los trabajadores y el pueblo explotado.
Notas
1.- No hay cifras exactas, pues una vez atendidos por solidarios estudiantes de medicina, paramédicos y hasta la cruz roja, muchos de los heridos en la lucha no se atienden en hospitales públicos, por temor a ser detenidos por los pacos o la PDI que tienen presencia en dichos centros.