Larga persistencia
tenemos para trabajar
el poema.
Nunca cerramos
la puerta de la oficina
en donde producimos
los sueños.
Ahí en el rincón
de silencio y esperanza,
laboramos en fabricación
de enmarañados versos:
nuestras manos sumergidas
en pantanos de sudor
transforman los poemas
en mercancía
para ser enviados dentro
de paquetes comerciales
a los almacenes del mundo.

Teresinka Pereira

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