Libertad García Montilla

El Gobierno socialista ha convocado elecciones generales para el 28 de abril de 2019. Y lo ha hecho tras no ser aprobados sus Presupuestos Generales del Estado porque, tras la Moción de Censura, contaba con unos apoyos bastante inconsistentes. Es decir, que apoyaron su Moción de Censura no tanto por las simpatías y apoyos que tenía sino por las ganas que habían de mandar al Gobierno y al Partido Popular, que tiene corrupción y corrupt@s para llenar vagones de tren (según los jueces Organización para delinquir) a la Oposición. Allí contó con el voto de Podemos, de los nacionalistas vascos y de los nacionalistas catalanes.
A la hora de aprobar los Presupuestos, muy sociales según los socialistas (pero que no lo eran tanto), los partidos catalanes Esquerra Republicana y el PDCAT no le han dado apoyos, y con razón, tras no mover ficha para solucionar políticamente la situación existente en Cataluña tras el falso relato propiciado por el Partido Popular, Ciudadanos y VOX, y machaconeado hasta la sociedad por los medios de desinformación del resto de España, sobre “un golpe de Estado violento y un relato de violencia en las calles que en realidad ni existió el 1 de Octubre ni ha existido, ni existe, desde entonces. Esa es la verdadera causa de la caída de Sánchez, que no debemos olvidar que se prestó al juego de la derecha, heredera y nostálgica de la dictadura franquista, para enviar a 7000 policías a ejecutar una orden de Terrorismo de Estado contra los ciudadan@s de Cataluña el 1 de Octubre de 2017. El Estado sí que empleó la violencia contundentemente contra sus ciudadan@s por estar ejerciendo lo que según la propia definición del Estado sobre la Democracia dice: “que ésta reside en la voluntad popular”. Y si la voluntad popular quiere ejercer su derecho, no ya democrático según los cánones de es@s que a esto que tenemos llaman “democracia”, sino a la LIBERTAD, y el Estado no lo respeta, y encima, manda a las fuerzas mal llamadas del orden (normalmente con ellas comienza el desorden), a esto se le llama, sencillamente, empleo de Terrorismo de Estado.


Hecha esta aclaración, hay que hablar sobre ese tufo fascista que, desde el Golpe Militar dado por el Ejército español, con el concurso de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana española, contra la República y el Pueblo español, no ha abandonado este lugar llamado España. Y no lo ha abandonado porque lo que se ha dado en llamar La Transición no es sino la continuación de lo que el dictador asesino Francisco Franco nos legó “atado y bien atado” y aceptado por, bajo la presión de los sables y las pistolas a la hora de redactar la constitución del 78 que tantos problemas está trayendo desde entonces, tod@s aquell@s partidos que tienen a much@s de sus afiliados en las cunetas de las carreteras.
Porque nunca se pidieron responsabilidades, en el momento de la muerte del dictador, es por lo que sus herederos enseguida montaron Alianza Popular, luego Partido Popular, para seguir mangoneando todas las estructuras del Poder económico y político y así poder tener controlado el cortijo, su cortijo, desde lo más profundo de las Cloacas del Estado, las cuales han demostrado su actuación cuando les ha sido necesario en los últimos cuarenta años. Pero como est@s hereder@s nostálgicos de la dictadura han tenido tantos casos de corrupción en los últimos años y no les ha sido posible seguir manejando esta situación en su beneficio, ahora surge otra rama de los nostálgicos, antiguos militantes del PP, llamada VOX, lo que llaman la extrema derecha y que se presentan como adalides contra la corrupción y garantes de no se sabe cuántas cosas más. Pero lo que sí sabemos es que son xenófobos, machistas, racistas y otros tantos “istas” más. Y éstos están prometiendo un sinfín de cosas que no cumplirán porque en su ADN está inoculado lo contrario de lo prometido. Aquí el problema no viene tanto por la existencia, desde siempre, de esta gente sino por los cantos de sirena con los que la gente del pueblo, obreros y pobres la mayoría, se deja engatusar y les dan los votos en las elecciones, como ocurrió en las últimas a la Junta de Andalucía, que han servido para que el triunvirato de la derecha (PP, Ciudadanos y VOX) gobierne en Andalucía.
El gran peligro, como siempre, está en la falta de pensamiento y conciencia clara de lo que se es, y de cual ha de ser su papel en la Sociedad, por parte del pueblo, de l@s trabajadoras/es, que siempre son los que pierden.
En la próxima Campaña Electoral, para las Elecciones del 28 de abril de 2019, vamos a oír, como siempre, pero esta vez aún más, promesas, y más promesas, que nos prometerán llevarnos a un país que no será este que tenemos, tan lleno de miserias y descontentos y tan lleno de personas sin conciencia de saber a que grupo social pertenece, que siempre es dual: ricos o pobres, buenas personas o malas personas, egoístas o generosos, solidarios o insolidarios. Esa es la cuestión que nunca los de abajo, los de arriba son siempre los Poderes, del estamento social quieren plantearse y resolver de cara a luchar por un mundo igual y más justo para tod@s. El pueblo será el que posibilite dar alas en las urnas, o no, a toda esa canalla fascista que corroe las entrañas de las sociedades de todos los países del Planeta. La pasividad antes las injusticias hace que estas se retroalimenten y se perpetúen a lo largo de los siglos.
Hora es de tomar conciencia y despertar de este larguísimo letargo en que tienen sumidos a los pueblos. La supervivencia de la vida y del Planeta no la podemos dejar en las manos de este Fascismo que está volviendo a renacer con grandes y grandilocuentes discursos dirigidos a lo más primario, por ignorancia, del ser humano.

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