Libertad García Montilla

Después de estar dándole vueltas, durante mucho tiempo, al tema que voy a desarrollar, he decidido ponerle el título “Vendedores de humo”, título algo gracioso si no fuera por la maldad que entraña para tod@s, porque en realidad el Capitalismo actual hace mucho tiempo que nos está vendiendo eso, humo, es decir, nos venden una realidad y un futuro que se volatiliza, por lo irreal y embustero del mensaje, nada más darnos la información que les interesa.
Desde la aparición de las nuevas tecnologías, con los ordenadores personales, internet y la telefonía móvil, el capitalismo dio comienzo a una loca y frenética carrera que a día de hoy parece no tener límites. Se nos vende cada día un futuro en el que la tecnología nos va a traer la tan soñada sociedad ideal. Y la sociedad, l@s human@s que la componemos, nos lo creemos sin cuestionarnos absolutamente nada, claro, como cada 4 días tenemos móviles y maquinitas que son más sofisticadas y más rápidas que las anteriores nos creemos los mensajes sin ponerlos en cuestión ni mirar alrededor nuestro para darnos cuenta de la triste realidad que nos rodea.
Los Estados y el Capital están haciendo unos planes de futuro, a corto y largo plazo, que vista la situación actual, con el calentamiento global, la superpoblación del planeta y la falta de materias primas, más bien parecen las ideas para una película de ciencia ficción. Y parecen un guión de ciencia ficción porque desde hace muchos años estamos viviendo sólo pensando en el presente, sin tener en cuenta que el futuro es el día siguiente de cada día. Y sin que los pueblos tengan conciencia de que lo que hagamos mal hoy a la larga repercutirá en mañana, no parece que esta criminal forma de funcionar pueda cambiarse.
El Capitalismo, y toda la basura política y humana que lo defiende y que le acompaña, tienen una forma de funcionar que sólo tiene en cuenta una cosa, que es el beneficio. Y para la obtención de ese beneficio poco, de hecho nada, importan los seres humanos, el medio ambiente o el resto de los seres vivos que nos acompañan en el planeta Tierra. Ejemplos no son necesarios, son tantísimos que se nos pasaría la vida enumerándolos. Sólo hay que preocuparse un poco y mirar y cuestionarnos la realidad que nos envuelve.
A final de febrero, de 2018, se celebró, en Barcelona, el Mobile World Congress. En el mismo, como siempre, se han presentado avances que serán beneficiosos, indudablemente, para los seres humanos y otros que sólo servirán para alimentar el ego y el infantilismo social existente hoy en día, a la vez que llenar, económicamente, los bolsillos del Capitalismo depredador. A la mal llamada sociedad del primer mundo, término este que ofende los más elementales sentimientos humanos, nos hacen vivir en un planeta imaginario haciéndonos creer que esos avances técnicos que nos presentan casi a diario serán la salvación de absolutamente todos males habidos y por haber, haciéndonos perder de vista la triste y cruel realidad existente en nuestro planeta.


Mientras en este “primer mundo” parece que vivamos en los mundos de yupi, la realidad es bien distinta. El planeta está salpicado por cruentas y criminales guerras, todas por motivos religiosos, económicos o conquista del poder. Como ha sido siempre a lo largo de la Historia de la Humanidad. No ha cambiado nada, las Religiones, el Capital y los Estados, con todos los cuerpos represivos de que se dotan, nos siguen asesinando por los mismos motivos de siempre. La única diferencia es que a una parte de la Humanidad nos hacen vivir un poco mejor que a la otra, haciéndonos creer que esta es la mejor forma de vivir, pero ello nos ha convertido en corresponsables, por inacción, de las políticas criminales que se llevan a cabo para conseguir grandes beneficios a costa de la miseria y la muerte de millones de seres humanos.
Y sí, me reafirmo: SOMOS CORRESPONSABLES, POR INACCIÓN, HASTA DE NUESTRA PROPIA MISERIA. Y lo somos porque han conseguido que, a pesar de estar en la era de la información, los seres humanos hayan perdido la capacidad crítica y porque nos han acostumbrado a vivir sólo mirándonos el ombligo y pensando sólo en nosotr@s. No nos importa, ni nos lo planteamos, que detrás de la compra de un pantalón, por poner un ejemplo, en cualquier cadena comercial, muy barato, hay unas condiciones laborales de l@s trabajadoras/es de súper explotación y con condiciones de higiene y de seguridad que son criminales. No nos planteamos que esos representantes que los pueblos eligen, para los gobiernos de turno, en realidad son cómplices criminales del Capitalismo, que hacen leyes que, mayoritariamente, están para proteger los intereses de los ricos (en España el caso más escandaloso, por poner un sólo ejemplo, es el del rescate de la banca, unos sesenta mil millones de euros, mientras miles de ciudadan@s eran desalojados de sus viviendas por no poder pagar sus hipotecas a los bancos); son cómplices criminales porque fabrican y venden armas para matar a otros seres humanos: esto es un comercio criminal y asesino al que sólo le interesa el beneficio del negocio. España es el quinto fabricante mundial de armas y la responsable de la mayoría de las mutilaciones sufridas por niñ@s y adult@s en las guerras donde se emplearon esas criminales armas fabricadas y vendidas por el gobierno español.
Entonces, estos genocidas sociales del Capitalismo y los Gobiernos ¿que nos venden a diario? Sólo HUMO Y MÁS HUMO. Sólo son realidades que duran el momento de la noticia. La REALIDAD, pese al bienestar de que disfrutamos en este “primer mundo”, es otra bien distinta. La verdadera realidad es muy diferente: hay cientos de especies animales y vegetales desaparecidas; graves enfermedades, cada vez más raras e incurables; una degradación del medio ambiente terrible y que avanza, como la voracidad económica de sus depredadores, a pasos agigantados; el cambio climático es un hecho innegable; la falta, cada vez más acuciante, de recursos para producir tantos bienes de consumo y el aumento descontrolado de la población mundial (se calcula que para el final de siglo XXI habrá en la Tierra diez mil millones de seres humanos). Muchos científicos ponen el techo del año 2050 para empezar a ver cambios drásticos en el planeta, aunque ya hoy en día ya padecemos terribles catástrofes. Y a eso es a lo que nos encaminamos porque no hemos sido, no somos, ¿seremos?, capaces de decir ¡BASTA YA! BASTA YA DE TANTA INCAPACIDAD SOCIAL Y REACCIONEMOS DE UNA VEZ. SI NO LO HACEMOS HAGÁMONOS ESTA PREGUNTA: ¿PARA QUE SEGUIMOS TENIENDO HIJ@S SI CADA GENERACIÓN DEJA A LA SIGUIENTE UN PLANETA MAS DEGRADADO Y ECOLÓGICAMENTE MENOS HABITABLE?
Sólo desde la auto organización de los pueblos se puede revertir esta situación y acabar con este injusto sistema social, en el que impera la ley del beneficio a costa de lo que sea y de quienes sean, el cual es el responsable de la miseria y la muerte de todos los seres vivos y del planeta. Si a los pueblos les queda un mínimo de dignidad deben acabar con ello de la forma que sea y organizarse de nuevo en un nuevo sistema social que tenga como pilares fundamentales la justicia social y la igualdad entre todos l@s seres humanos y el respeto por todos los seres vivos que comparten el planeta con nosotr@s. Sólo así la vida podrá ser vivida con dignidad.

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