Libertad García Montilla
El pasado día 29 de junio de 2017 el Parlament de Catalunya, por mayoría absoluta, aprobó “Declarar ilegales los juicios franquistas” celebrados en Catalunya. Aunque muy tarde, nos felicitamos por ello en líneas generales. Y digo en líneas generales porque sobre ese tema hay cosas que decir y que, en ninguna tertulia televisiva ningún@ de los que viven del rollo tertuliano dice, no sea que se le acabe el chollo.
Para empezar hay que decir, por enésima vez, que la hipocresía que impera en este país, que llaman España, es de matrícula de honor. Y es de matrícula de honor porque el asesino y dictador Francisco Franco nos legó el régimen que tenemos, es decir, que España es una monarquía constitucional por la gracia de aquel que “grandioso caudillo” fue para todos los meapilas, ignorantes, vividores y asesinos que tan bien vivieron, muchos aún lo siguen haciendo, bajo su régimen nacionalcatólico. El asesino quiso para su pueblo, porque lo consideraba suyo, una monarquía, y monarquía tenemos. Es decir, que toda esa parafernalia con la que l@s polític@s de todos los pelajes ideológicos se llenan la boca, la mal llamada Transición, es tan falsa como la creencia en la existencia de cualquier dios. Es verdad que hubo una Transición, pero del franquismo al postfranquismo.
Otros países que sufrieron dictaduras supieron, rápidamente, pedir responsabilidades, cuando estas acabaron, a tod@s aquell@s que las tuvieran. Aquí, en el 2007, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) aprobó una Ley de Memoria Histórica, pero que en la práctica ha servido para bien poco. Aquí se han tardado cuarenta años para hacer algo como lo que ha hecho el Parlament de Catalunya, pero que en España todo sigue como estaba antes. Lo curioso de la aprobación en Catalunya es que el Partido Popular, verdaderos herederos del franquismo, se ha sumado a la aprobación condenando el régimen dictatorial franquista, y todo esto mientras el gobierno del P.P. daban una medalla al reconocimiento por la democracia a Adolfo Martín Villa, exministro franquista, y responsable policial de este país, que orquestó la quema de la sala de fiestas Scala, de Barcelona, en el que murieron dos trabajadores de la U.G.T. y dos de la C.N.T., para cargarle el muerto a la C.N.T. y acabar con esta, que previamente no había querido aceptar las propuestas de Martín Villa para ser el sindicato fuerte del nuevo régimen. Un incendio que prácticamente acabó con la gran fuerza y prédica que la CNT tenía entre la clase trabajadora española del momento. Todo aquel montaje criminal, llevado a la práctica por los esbirros de las cloacas del Estado, como luego se demostró, fue aprovechado por los que hoy se autodenominan sindicatos mayoritarios para ejercer la ley del silencio y no salir en defensa de la Confederación Nacional del Trabajo y aprovecharse de aquella situación para su beneficio propio, como así se ha demostrado y convertirse en lo que hoy son: verdaderos entramados empresariales que cobran de todos lados. Como decía, mientras se condecoraba a Martín Villa, franquista hasta la médula, el P.P. catalán condenaba al régimen asesino del que Martín Villa fue ministro, que además fue pedida su extradición a Argentina por el proceso que contra la dictadura habían interpuesto españoles allí, una extradición que, como no, sus colegas del P.P. denegaron. Vivir para ver, las contradicciones en las que continuamente cae esta gente.
Pero lo que más me sorprende es oír la cantidad de medias verdades y mentiras que nos cuentan a diario toda esa legión de tertulian@s que en las diferentes cadenas televisivas salen. Sin ir más lejos, y ciñéndome a lo oído tras el debate en TV3, tras la aprobación de la anulación de los juicios franquistas, he de comentar que hay que ver el pacto tácito que hay para no decir mentiras pero sin decir la verdad realmente. Tras el debate entre l@s diferentes tertulianos sobre dicha aprobación, se habla de la Transición, que se hizo lo que pudo teniendo en cuenta las circunstancias, todo ello y diciendo que tenemos monarquía porque Franco lo quiso, etc., que se hizo lo que se pudo. Y luego Joaquim Nadal, un tertuliano, historiador y político del P.S.C., dice que las nuevas generaciones no se identifican con aquella Transición porque no la vivieron, y luego hace alusión a que deberían ver imágenes de aquella época como la de Santiago Carrillo, La Pasionaria, y otr@s. ¿Acaso hay que ver algo interesante en aquellas imágenes? Sinceramente, creo que no. Pues son imágenes de traición y de búsqueda de poltrona para el futuro. El Partido Comunista y Carrillo son los artífices del pacto (parto diría yo) con los franquistas para hacer la transición de la dictadura a la monarquía impuesta por Franco, y lo de la peluca de Carrillo un show de cara a la galería. Un pacto al que se adhirieron tod@s los que también querían una porción del pastel de la nueva “democracia” que nos vendieron y de la que tan pingues beneficios han sacado y siguen sacando los ladrones de turno que nos desgobiernan. Aquel pacto incluía el borrón y cuenta nueva, y vaya si han usado la goma de borrar, la han usado hasta la saciedad. Y aquí nos encontramos, en 2017, prácticamente en el mismo lugar, con las cunetas de las carreteras llenas de muertos y sin explicarle realmente al pueblo español lo sucedido realmente sobre aquel conflicto desencadenado por la Iglesia Católica, Apostólica y Romana española y por toda la caterva de fascistas, de uniforme o sin él, contra el pueblo español y el gobierno republicano de entonces. Y todavía l@s tertulian@s de aquellos partidos que perdieron la guerra y sus militantes asesinados, encarcelados o exiliados, siguen hablando del sexo de los ángeles con tal de llevar hasta sus últimas con Mapa de las fosas comunes del franquismo repartidas por la península ibérica secuencias el resultado de aquel pacto indecente que en la Transición firmaron, que no es otro que seguir engañando y diciendo medias verdades al pueblo español.
Nosotr@s, el Movimiento Libertario, como no quisimos estar en aquel contubernio, hemos tenido que sufrir las consecuencias de todas aquellas situaciones que los diferentes gobiernos habidos desde entonces han ido creando para acabar con la CNT y el Movimiento Anarquista. Pero a su pesar, nosotr@s seguimos aquí, en la brecha, no importa cuant@s, pero de pie, con la cabeza en alto y con las ideas claras y el convencimiento de que un mundo mejor es posible, que ello sólo es cuestión de una toma de conciencia del pueblo, y el pueblo, antes o después, tendrá que tomar conciencia porque le va en ello su supervivencia y la del Planeta que lo acoge. Por eso el Sistema está haciendo todo lo inimaginable para que el pueblo viva continuamente en el miedo (atentados, guerras, plagas, virus, etc.) y no pueda pensar en las cosas que realmente le harían ir hacia adelante en la construcción de un mundo mejor.