Bruno Servet
El pasado 22 de enero, en un periódico de tirada nacional, no católico, en la sección Internacional venía una larga entrevista, nada menos que seis páginas y la portada entera, del actual Papa (Francisco Javier Berglogio Sivori). Nadie pone ya en duda que el periódico de mayor tirada en el Estado Español ha dado un descomunal viraje hacia la el centro derecha. Si eso es así, que no habrá sido de los catalogados de derechas; pues que han pasado a una derrota ultraderechista. Un ejemplo de lo primero ha sido, no hace mucho, los ataques furibundos por parte de ese periódico a Podemos, y la defensa a ultranza de la Gestora del Partido “Socialista”.
En dicha entrevista se puede apreciar la soledad en que muchas veces se ha encontrado el Papa argentino. El Papa, jesuita, es el 266 jefe de Estado de la ICAR, y el octavo soberano de la Ciudad del Vaticano, tras la creación de dicho estado por el fascista Mussolini. Francisco intenta que la ICAR se acerque más al Concilio Vaticano II que a la postura preconciliar de Juan Pablo II (santo por la gracia del dinero del Opus Dei y no por méritos propios) y su sucesor Benedicto XVI. Hay muchos aspectos que son dignos de ser mencionados y analizados con cierta profundidad, pero este no es el lugar apropiado con la brevedad de un artículo.
Para hablar del problema del Clericalismo, él lo considera así un problema, trae a colación las palabras del anterior papa: “Las aguas bajaban agitadas y Dios parecía dormido”. Bueno, algo que no existe no puede ni dormido ni despierto, sencillamente no está, pero eso es otra cuestión. Para Francisco lo que más le preocupa, lo que más teme es que estén anestesiados. Tanto obispos, curas, religiosos, monjas, laicos conservadores y demás, se anestesian con la mundanidad. Según él hay demasiado orden, y recuerda que en el libro del Nuevo Testamento, en los Hechos de los Apóstoles, ahí se describe como había líos entre los cristianos. Ello era debido a que había contacto con la gente. El anestesiado (el clero actual) no tiene ese contacto, lo rehúye, vive en una urna de cristal. Y como podemos comprobar eso lleva a un fanatismo radical católico que le aparta de los problemas reales de la gente, está defendido de la realidad. Esa es la enfermedad más peligrosa para un pastor y ello proviene de la anestesia social, lo cual conduce al clericalismo.
Para el Papa la Iglesia tiene que ser cercana, el pastor no tiene que ser un funcionario del clericalismo. La ICAR no es una ONG, es decir, no es una organización piadosa, de gente buena, que se dedica a hacer beneficencia, a hacer caridad. La verdadera identidad de la Iglesia es tener contacto con los hermanos, una cercanía con las necesidades del prójimo: tuve hambre, estuve preso, estuve enfermo… es algo más que beneficencia. ¡Qué hermoso mensaje social! Pero que gran mentira en la vida real y diaria, por parte de los creyentes, y sobre todo, por parte de la jerarquía eclesiástica. Su actuación es siempre endogámica, sólo se mueve si sus intereses particulares, tanto económicos, educativos, religiosos, etc., están en peligro. Nunca se les ve en las justas reivindicaciones sociales, ya sean éstas medioambientales, de vivienda, de trabajo, de sanidad, de derechos humanos, de convivencia social. En ese sentido se puede comprobar que los sectores más tradicionales de la Iglesia no están por el mensaje “renovador” del actual papa.
Dos de las ideas que destacan en la entrevista es su postura con respecto a los populismos y a la Teología de la Liberación en Latino América. Para él, la palabra populismo en América Latina tiene otro significado, allí es el protagonismo de los pueblos. Los movimientos populares se organizan entre ellos. En Europa el populismo se dio en Alemania en 1933, con Adolf Hitler, que decía, tras la derrota en la Primera Guerra Mundial: “Yo puedo, yo puedo devolver a Alemania su identidad”, y ello llevó a la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad tenemos un claro ejemplo en la política del Gobierno de Estados Unidos, con Donald Trump a la cabeza.
En cuanto a la Teología de la Liberación en América, afirma que fue una cosa positiva. Teología que fue condenada por el Vaticano en la parte que optó por el análisis marxista de la realidad. El cardenal Rantzinger (Benedicto XVI) hizo dos instrucciones cuando era Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Una muy clara sobre el análisis marxista de la realidad y la segunda retomando los aspectos positivos. Dice Francisco que la Teoría de la Liberación tuvo aspectos muy positivos y también desviaciones, en el mencionado análisis de la realidad social. Su actuación relacionada con la práctica de dicha Teología y su postura con la dictadura argentina fue como mínimo bastante ambigua.
De la amplia entrevista al actual Papa, quedan muchos aspectos por tratar, pero no quisiera terminar esta parte del artículo sin hacer mención a lo que dice con relación a la participación de la mujer dentro de la ICAR. Dice el Pontífice, representante en la Tierra de un ser que nunca ha existido, que el papel de la mujer no hay que buscarlo en su funcionalidad, ya que su papel es mucho más importante que una reivindicación funcional. ¡Vaya, más de lo mismo! Lo que me interesa es que la mujer nos dé su pensamiento, porque la Iglesia es femenina, es la Iglesia, y no el Iglesia, es el fundamento teologal de la mujer… lo funcional nos puede traicionar en el poner la mujer en su sitio. ¡Ya estamos! Es sólo cuestión de la utilización de un simple artículo determinado el o la. Y finaliza con estas palabras: “hay que ponerla a trabajar para que pueda dar a la Iglesia la originalidad de su ser y su pensamiento”. Bellas palabras, si tras ellas no se escondiesen las rancias ideas de que la mujer en la Iglesia está para mantener vivas las ceremonias religiosas, las estructuras eclesiásticas y la limpieza de las parroquias y edificios católicos, para mantener una Iglesia donde el hombre tiene una absoluta preponderancia. Quieren de la mujer su cuerpo y su alma, pero su capacidad para gestionar en términos de igualdad con el hombre los destinos de la Iglesia en la que realiza sus trabajos espirituales, para eso ya está ellos: curas, religiosos, obispos, arzobispos, cardenales y su GRAN JEFE: EL PAPA. Elegido desde siempre por ellos, por los hombres, reunidos bajo la atenta mirada de un ser que tampoco existe ni ha existido, el Espíritu Santo, tercer miembro del triunvirato celestial, junto con el Padre y el Hijo. ¡Qué casualidad más casual! Los tres “varones”, pues llevan el artículo masculino él. María fue un apéndice innecesario, pero decorativo, ya que no contó ni para gestar a otro ser inexistente: Jesús. Y así ya llevamos más de dos mil años.
Y mientras el Papa argentino se desgañita para que el avance del “aggiornamento” vaticano sea una realidad, varios de los más fanáticos obispos y arzobispos españoles, junto con algún cardenal, se empeñan en llevar obstinadamente la contraria al JEFE vaticano. Aunque no están solos en dicha tarea, a ellos se suman organizaciones de extrema derecha, ultraconservadores y sectas semisecretas (léase Yunque) del panorama católico nacional español e internacional, sobre todo en América del Sur.
Cuando se escribe este artículo, ha saltado la polémica, en los medios de comunicación y la sociedad en general, por la puesta en circulación de un autobús contra la transexualidad infantil, de la organización ultraconservadora Hazte Oír, que recibe suculentas ayudas de la ultraderecha de Latinoamérica para esas campañas de propaganda en diversos países, entre ellos España. Basándose en la libertad de expresión, que sólo quieren para ellos, recorren calles y plazas, van a colegios e institutos propagando su homofobia y sus valores machistas. Y lo peor es que el saliente Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, permitió que se inscribiese esa oscura organización como de utilidad pública, lo que lleva consigo los correspondientes beneficios fiscales. El lema que consideran científico, ellos que anteponen la fe a la ciencia, decía así: “Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen”. “Si naces hombre eres hombre. Si naces mujer, seguirás siéndolo”. Esa es toda su ciencia, verdades de Perogrullo. Parten de la premisa, totalmente falsa, de que la naturaleza creada por su dios, no se equivoca nunca. Cuando se puede observar como la naturaleza no se rige, por suerte, por postulados de tipo religioso, sea la religión que sea; más bien, contradice casi siempre los fundamentos de cualquier religión, sea ésta monoteísta, politeísta o de índole teológica, filosófica o natural.
El presidente de Hazte Oír, el ultracatólico Ignacio Arsuaga, arremetió contra el colectivo LGTB: “Lamento que la Inquisición gay haya impuesto su dictadura”. Claro, no dice nada de la que impuso a sangre y muerte la dictadura nacionalcatólica en España durante cerca de 40 años. Se presentó como víctima de los ataques del “establishment”, los partidos políticos, el dogma homosexual y los medios de comunicación”. Para colmo, ellos se quejan de los demás, pero no dicen que en sus filas hay un verdadero lobby ultraconservador, semisecreto, que está incrustado en la Fiscalía, el Poder Judicial y el Gobierno. Ministros conservadores, como hemos apuntado antes, apoyan esos colectivos con decisiones concretas. Esos puritanos que tanto se preocupan por la infancia, no dicen nunca nada de la Pederastia en la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. La justicia no es neutra, como se demostró con el caso del desnudo en la capilla de la Universidad Complutense de Madrid, tan atenta para castigar a lo que no creen y tan laxa a la hora de juzgar las declaraciones de obispos a lo largo y ancho de nuestra geografía. Esa campaña lo único que pretende es condenar al que piensa y actúa diferente a como ellos quisieran que lo hicieran. Ellos sí que son auténticos dictadores neofascistas.
Y para rematar la jugada, entra en acción el obispo de Canarias, “monseñor” Francisco Cases, afirmando que lamentaba más la gala Drag del Carnaval de Las Palmas, que el accidente de Spanair donde murieron 154 personas y hubo 18 heridos/heridas, en su mayoría nacidos en las Islas Canarias. Mientras que nunca se ha reunido con los
representantes de las víctimas del accidente aéreo, sí que se ha apresurado a celebrar una misa solemne, en la Catedral, en desagravio por las representaciones carnavalescas.