Pedro Ibarra

Merecedor de todos los respetos,  y respetado por todos,  será el hombre que reconozca ser el propietario de todos sus errores . Como autor responsable de todos sus desaciertos y fallos alzará su frente de hombre justo, que no  ha intentado nunca engañar a nadie, negando los fallos cometidos por él. Este prodigio de persona, un tanto ya desdibujado por el tiempo y sus modas, como ausente en nuestro presente, hace que tan sólo sea visto y oído en la más pura fantasía, pero no en la realidad. Ejemplos de ello tiene la infame historia, en la que, a través de sus amarillas páginas, se muestra la penosa realidad de que estas tierras de María Santísima no han destacado nunca por tener hombres honestos principalmente entre los políticos), que hayan aceptado siempre sus fallos humanos sin pestañear. De esa virtud carecen muchos hombres en nuestra tierras, y si algunos de ellos están en el mundo de la gobernación, aún muchísimo peor.

El poder reconocer ¡¡He sido yo!!, son palabras muy difíciles de decir, sobre todo si el reconocer la paternidad de los hechos contrae serias consecuencias. Normal será el permanecer impávido delante de las consecuencias, rígido el semblante, perdida la mirada y con una angelical cara hormigonada; desorientará a todos los comensales, habituados, desde siempre, a no poder saber quién es el responsable de cualquier delito.

Uno de los hechos, quizás más sangrante, en los cuales quedó reflejada, descaradamente, esta falta de responsabilidad, se dio hace unos pocos años, en que el fallecido Pontífice Juan Pablo II, después de una pequeña espera de XX siglos, perdonó al pueblo Hebreo del delito de “Deicidio”. Reconociendo con ello la inocencia de ese pueblo por la muerte de Jesús y olvidándose rápidamente de los cientos de miles de semitas que tuvieron que dejar la vida violentamente y sin su autorización propia , a pesar de tener por compatriota nada menos que a Jesús .

Otro de los bellos ejemplos de responsabilidad la pudimos constatar, no recuerdo exactamente la fecha, en la TV española , al tener que ver, al posible y futuro Presidente de la nación, Sr Rajoy, decir que él no desea ninguna relación con el pasado (no mereciendo tener responsabilidades de nada que ya haya ocurrido en él). Por lo tanto, del desaguisado del Irak , de esa infinidad de destrozos y cadáveres que aún se dan a diario, ni él, ni su partido tienen ninguna responsabilidad .Esta manera, tan práctica, de poder salir airoso de toda felonía, permite cometer cualquiera de ellas y dejar pasar unos meses, para después, cuando te pidan responsabilidades por ello, poder decir: “Eso son cosas del pasado , de las cuales yo no tengo que pronunciarme para nada”.

Si este bello ejemplo se extiende por la nación, no habrá más remedio que abrir todas las cárceles de España y dejar libres a todos los delincuentes, pues todos son hijos de un delito pasado, que lo cometieron hace muchos años y que, además, porque el pasado, por ser pasado, tiene un enorme efecto borrador de todo tipo de felonías, además poseyendo un gran poder de olvido. O bien se podrá cometer un dasaguisado e irse a Cancún una temporadita, y volver luego diciendo… “eso son cosas del pasado , con el cual no guardo ninguna relación de ningún tipo. O bien, si no, se esperan dos mil años y después se pide perdón (en el supuesto de que los vivas). 

Algo de razón tenía el viejo limpia botas cuando decía que “la justicia había cometido un gran fallo, pues los que están dentro de las prisiones tendrían que ser sustituidos por los que están fuera .

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